El AOR (Auxiliary Oiler and Replenishment) será capaz de almacenar y de abastecer de combustible, municiones, víveres, repuestos y agua, así como prestar apoyo sanitario, tanto al "Príncipe de Asturias", buque insignia de la flota española, como a las dos fragatas que siempre le acompañan.

El royecto ha sido desarrollado conjuntamente, al 50 por ciento, entre Holanda y España para abaratar costes. Cada nación fabricará su propio buque, que en el caso español será realizado por la factoría ferrolana de Bazán.

Las fases de viabilidad y definición del buque fueron ejecutadas por ambos países entre 1987 y 1990 y su entrega está prevista para 1995.

Sus características son: 166 metros de eslora, 22 de manga, 8 de calado y 17.000 toneladas de desplazamiento. Alcanzará una velocidad de 20 nuds y dispondrá de una hélice de paso variable que garantizará la capacidad de acompañar y reabastecer en la mar a las unidades de combate.

Aparte de sus depósitos, el buque tendrá una capacidad para almacenar 7.000 toneladas de diesel, 1.600 de JP-5 (el combustible de los aviones), 180 de agua dulce, 200 de munición, 100 de víveres y 9 de repuestos.

También realizará aprovisionamientos de sólidos mediante helicópteros, ya que cuenta con cubierta de vuelo y hangar con capacidad para dos aparatos peados o tres medios.

Aunque sus características son del tipo mercante, tiene garantizada su seguridad gracias a una protección antifragmentación y una menor sección de radar y de reducción de ruidos y estela. Asimismo, dispondrá de zonas principales de protección en ambiente nuclear-bacteriológico-químico. Su dotación será de 160 hombres.

AVION DE TRANSPORTE

Por otro lado, el Consejo de Ministro dio hoy también "luz verde" a la realización de un estudio de viabilidad sobre el desarrollo de un avón civil de transporte, denominado Casa-3.000.

El Ministerio de Industria y Construcciones Aeronáuticas definirán el aparato, que tiene como líneas principales unas 70 plazas, motores de turbopropulsión avanzados y una velocidad media de 600 kilómetros/hora.

Una de las características principales de estos aviones será su bajo consumo, menor que en los "jets", aunque alcanzará velocidades mayores que los convencionales. También tiene la ventaja de un menor porcentaje de emisión de gases que los avones a reacción, con un menor nivel de ruido que los convencionales de hélice.

Según el Gobierno, el proyecto supone un importante respaldo a la industria aeronáutica española, que ya participa en los programas europeos del Airbus y el EFA (futuro avión de combate europeo). El proyecto abarca de 1991 a 1997 y prevé unos créditos de 32.887 millones de pesetas.

El Ejecutivo estima que la incidencia sobre el desarrollo industrial del sector, sus efectos en el empleo y el posicionamiento estratégico e las tecnologías puntas, hace que sea un proyecto de interés público.