Barberá hizo estas declaraciones durante su participación en el Fórum Europa y en presencia del alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, quien presentó a la regidora valenciana como una "pionera del papel de la mujer" dentro del PP y de la que destacó su liderazgo político y social para "hacer prosperar una sociedad urbana".

Barberá explicó que la tarea municipal de una gran ciudad como Valencia desborda el marco de servicios tradicionales como la limpieza, el abastecimiento de agua, el transporte o la recogida de basura, para entrar en nuevos territorios y nuevas áreas de gestión que van desde la construcción de viviendas a la formación en nuevas tecnologías a las personas mayores.

"El actual cometido y concepto de Administración Local se queda muy pequeño para preparar y adecuar a nuestras ciudades a las exigencias de la competitividad de servicios", señaló. De ahí que reivindicase el papel emergente de los gobiernos locales como un elemento para la cohesión y vertebración de España.

Aseguró que los ayuntamientos trabajan a diario para que todos los ciudadanos reciban los mejores servicios, sin que por ello les dejen de importar las políticas que adopta el Estado dado que los entes locales "también son Estadoy, por tanto, las políticas que afectan al Estado también importan a los alcaldes".

"UNA NUEVA VALENCIA"

Barberá proclamó en su intervención inicial que existe "una nueva Valencia" que ha emergido tras quince años de gobierno popular y gracias a la conjunción de dos factores: la ilusión y el trabajo tenaz de sus ciudadanos.

"Hay una nueva Valencia para los valencianos, para España y para el mundo", apostilló. "Hay una nueva Valencia que se percibe en las renovadas estructuras urbanas y se define en la creación de nuevos equipamientos de referencia en el ámbito del deporte, de la cultura, la sanidad, la atención social y la educación; en la generación de oportunidades de inversión, en la creación de empleo y la dotación de infraestructuras tecnológicas".

La alcaldesa alardeó de haber convertido una "ciudad apática", como definió la herencia recibida del socialista Ricard Pérez Casado, en "una de las ciudades más dinámicas de Europa", gracias a la colaboración de los ciudadanos.

"Sin prisa pero sin pausa, imparable, confiada en sus posibilidades al tiempo que inconformista, Valencia es hoy ejemplo de ciudad hecha a sí misma, una referencia clara de 'self-made-city' que muestra orgullosa su ejemplar capacidad de transformación al mundo", añadió.

Entre sus retos para el futuro, citó proyectos de desarrollo urbano tales como la recuperación del Centro Histórico, el Parque de Cabecera, Parque Central o la Gran Marina. Además, recalcó la necesidad que la ciudad tiene de la Alta Velocidad en el transporte ferroviario para unirse con Madrid y crear un "eje vertebral Atlántico-Mediterráneo" desde Valencia a Lisboa.

Finalmente, enumeró como principales logros de los últimos años la reducción en más de 20 puntos de la tasa de desempleo en la ciudad desde el año 1995, el aumento en un 36 por ciento del número de establecimientos que genera riqueza económica para la ciudad, o la gestión de más de seis millones de metros cuadrados de suelo para la construcción de viviendas.