Aznar hizo estas declaraciones en Durango (Vizcaya) durante la recepción del Premio Jesús María Pedrosa, donde estuvo arropado por la presidenta del PP del País Vasco, María San Gil; el secretario ejecutivo de Libertades Públicas del PP, Ignacio Astarloa; y el portavoz de los populares en el Ayuntamiento de Bilbao, Antonio Basagoiti.

"Batasuna no es la prueba de la decisión de abandonar el terrorismo que algunos creen ver en los supuestos discursos de paz de sus dirigentes. En la estrategia de ETA, que la banda adapta a su situación de debilidad, Batasuna es el caballo de Troya del terrorismo etarra para burlar las defensas del Estado de Derecho y del orden constitucional", dijo.

Aznar denunció las "contradicciones" que comete el Gobierno al querer iniciar un proceso de diálogo con los terroristas cuando, mediante la aplicación de la Ley de Partidos y la ejecución del Pacto por las Libertades, se ha conseguido que lleven tres años sin matar.

A modo de símil, comentó que "sería absurdo que un médico ordenara a su paciente dejar de tomar un medicamento porque le está curando". Aznar aseguró que el proceso impulsado por Rodríguez Zapatero "contradice la lógica común" y "contradice también la lógica democrática".

A su juicio, hablar con Batasuna supone sentarse a una mesa de negociación política con "una organización disuelta por terrorista y considerada como tal en las listas de grupos terroristas de la Unión Europea y de Estados Unidos".

"Esto, se mire por donde se mire, es una ruptura completa de las reglas del juego democrático y constitucional. Una negociación política con Batasuna es una burla a la legalidad y significa la sumisión del futuro político del País Vasco, en particular, y de España, en general, a la capacidad de coacción de los terroristas", sentenció.

RECHAZO A UNA NEGOCIACION

El presidente de la Fundación FAES reivindicó la necesidad de "derrotar" a ETA desde la ley y la aplicación del Estado de Derecho porque "muchos de nosotros no aceptamos ninguna negociación política ni mucho menos que ésta se vincule, ni indirecta ni directamente, con que ETA mate o deje de matar".

Aznar criticó que "los aprendices de brujo pongan en peligro el terreno que España, el Estado de Derecho y la propia sociedad española, con su movilización y su solidaridad, han ganado para la libertad".

A su juicio, el único apoyo que la oposición debe prestar al Gobierno es "para derrotar al terrorismo y para no tener que pagar precio político alguno para acabar definitivamente con el terrorismo".

A la confianza que reclama el presidente del Gobierno, Aznar respondió que el Partido Popular tiene su confianza depositada en el Estado de Derecho, en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y en el Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo.

"Se pide confianza, pero sabemos que es una pura falacia separar en dos mesas de negociación lo que está unido en la dirección de ETA y en la sumisión a la banda de todo el entramado que ya conocemos", añadió.

Aznar aseguró que "sorprende" e incluso "escandaliza" que a estas alturas haya quien desde el Gobierno de España "crea en semejante montaje o se reclame una nueva oportunidad para esta organización terrorista".

RESPALDO A LAS VICTIMAS

Ante las viuda y los hijos de Jesús María Pedrosa, el presidente de honor del PP explicó que el ejemplo de las víctimas del terrorismo significa "un poderoso acicate" para continuar en la lucha contra ETA.

"Estamos con las víctimas porque reclaman justicia y no venganza. Estamos con las víctimas porque les debemos gratitud y cercanía, solidaridad en su sufrimiento y acompañamiento. Estamos con las víctimas porque es la manera de recordar queno tenían que morir", dijo.

Aznar adujo que las víctimas del terrorismo "no tienen ninguna responsabilidad que compartir" ni tienen que someterse "a ninguna presunta reconciliación" porque "nunca han matado" sino que sufrieron la violencia de los asesinos.

Asimismo, destacó que la muerte de personas como Jesús María Pedrosa no se debe "a ningún conflicto histórico", sino que es atribuible única y exclusivamente a "unos asesinos con nombre y apellido".

Por último, Aznar manifestó que no piensa callarse ante el proceso de diálogo que pretende abrir el Gobierno en honor a la memoria de víctimas como Jesús Maria Pedrosa y porque las familias de las víctimas siguen reclamando "razón, justicia y verdad".