El atentado ocurrió poco después de las nueve de la mañana, en el númer 73 de la calle Zamacola, en el barrio bilbaino de La Peña. El agente fue internado en el Hospital de Basurto, con heridas en cara y tronco, según el parte difundido por el centro médico.

También resultaron afectadas por la explosión dos mujeres de 44 y 34 años y una niña de 9, a las que se dio de alta alta tras ser atendidas de lesiones leves.

La explosión pudo provocar graves daños personales, ya que se produjo enfrente de una parada de autobús y a unos treinta metros del colegio Juan del Mas, n el que estudian unos 300 alumnos que acababan de entrar minutos antes a clase.

El agente herido, natural de Zamora, viudo y con tres hijos, prestaba sus servicios en la Brigada de Seguridad Ciudadana. Cuando estalló el artefacto, se disponía a poner en marcha su coche, un Renault 12 de color verde, para dirigirse a la Jefatura Superior de Policía.

TODOS, MENOS HB, DEPLORAN EL ATENTADO

El atentado, primero que se registra en Bilbao desde el 25 de febrero de 1992, parece confirmar la reconstituión del "comando Vizcaya", de la banda terrorista ETA, según fuentes policiales.

A este respecto, el secretario general del Partido Socialista de Euskadi, Ramón Jáuregui, señaló que "se confirma una noticia que ya teníamos sobre la posibilidad de que un comando se hubiera podido reconstruir en esa provincia (Vizcaya)".

Añadió que no cree que haya posibilidad de acabar con la violencia "mientras la voluntad de acción terrorista sea tan inequívoca y tan brutal", y que no hay motivo para creer en la ofertas negociadoras procedentes del entorno etarra.

Reconoció que "estamos en un diente de sierra bajo, por este nuevo atentado, por el secuestro, por la persistencia de una cierta violencia callejera del último verano que muestran que el asunto es complicado y largo".

Todos los partidos políticos vascos, salvo Herri Batasuna, condenaron el atentado. El presidente del PNV, Javier Arzallus, declaró que "ETA, todo este verano, está haciendo un tipo de campaña para demostrar que existe".

A sujuicio, "lo que está haciendo (ETA) es bien pobre, porque a éste le han puesto un petardo", ya que "a un individuo que le ponen una bomba en el coche y sale por su propio pie, no me parece que sea una bomba muy seria". Eso es resultado, añadió, de la "inexperiencia y la necesidad de hacer cosas".

El lehendakari, José Antonio Ardanza, dijo que "el que ha tomado la costumbre, el hábito de matar y de asesinar, asesina, y no voy a empezar a buscar explicaciones y menos razones políticas".

El secretaro general de Eusko Alkartasuna, Ignacio Oliveri, manifestó que "con este nuevo atentado, ETA no ha hecho sino cerrar una puerta más y hacer más difícil cualquier salida dialogada".

Se preguntó si esta es la demostración del deseo de paz proclamado por Herri Batasuna en la manifestación que organizó el pasado sábado en San Sebastián.

El presidente del Partido Popular en Vizcaya, Leopoldo Barrera, dijo que el atentado es una prueba más de la absoluta indiferencia de ETA y su entorno ante el clamor el pueblo por el fin incondicional de la violencia terrorista.

El presidente de Euskal Ezquerra, Xavier Gurruchaga, indicó que cada vez que ETA actúa cierra más puertas a los presos de la organización terrorista.