Plagas

Anecpla alerta de que las altas temperaturas y la escasez de lluvias han adelantado la plaga de procesionaria

MADRID
SERVIMEDIA

La Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental (Anecpla) alertó este jueves de que el aumento de las temperaturas y la escasez de lluvias han vuelto a adelantar este año la presencia de los primeros ejemplares de procesionaria en los pinos y están provocando una “mayor intensidad” de la plaga.

Así lo precisó en un comunicado en el que recordó que esta situación “lleva repitiéndose de forma sistemática” en los últimos años a causa del cambio climático y que este insecto está “ampliamente extendido” por toda España y, pese a su pequeño tamaño, tiene una “devastadora” capacidad para “destruir” los árboles donde anida y generar “fuertes reacciones alérgicas” tanto en personas como en animales.

A juicio del director general de Anecpla, Jorge Galván, además del cambio climático, otro de los factores que "justifica” el incremento en la intensidad de esta plaga es el “progresivo aumento de las restricciones” legales en el uso de productos biocidas que se venían empleando para su gestión y que, en la actualidad, “han quedado reducidos a un único tratamiento posible”, como es la endoterapia. Se trata de una técnica de control de la procesionaria del pino que consideró “muy efectiva y respetuosa con el medio ambiente”, si bien, a su entender, su coste “constituye un factor limitante para el tratamiento de grandes masas arbóreas”.

La asociación advirtió del “importante impacto” sanitario, económico y medioambiental que una plaga de oruga procesionaria “puede llegar a acarrear” y, para evitar los problemas que conlleva sufrir una cada año, recomendó “sistematizar” los tratamientos de control y prevención de esta especie.

Junto a ello, subrayó la “importancia” de que sea una empresa de gestión de plagas la que lleve a cabo este servicio “de forma profesional”, a partir de la toma en consideración de factores “tan relevantes”, según su criterio, como el ciclo biológico en el que se encuentre la plaga, las condiciones ambientales, el nivel de infestación o la “minimización” del posible impacto sobre el medio ambiente, los animales y el ser humano.

ESTAR ALERTA

A este respecto, la organización hizo hincapié en la importancia de “estar alerta” ante la posible presencia de este tipo de insectos que, según avanzó, con las temperaturas primaverales actuales “no tardarán en comenzar su característico descenso, unas detrás de otras, por los troncos de los árboles, con todo el riesgo que su presencia conlleva”.

Según manifestó Galván, “ni siquiera es necesario el contacto directo con las orugas”, ya que, destacó, “cuando se sienten amenazadas, lanzan sus pelos o tricomas al aire, lo que genera irritaciones y alergias, especialmente si éstos alcanzan, por ejemplo, los ojos”.

En este sentido, aseveró que cada individuo posee alrededor de 500.000 tricomas “listas para ejercer a modo de dardos envenenados en el momento en que sientan que se encuentran en peligro”. “Un mínimo contacto con ellos puede generar desde dermatitis a lesiones oculares, pasando por urticarias y reacciones alérgicas debido a la liberación de histamina”, agregó, para advertir de que, en el caso de los animales de compañía, especialmente de los perros, este contacto puede llegar incluso a ocasionarles la muerte.

(SERVIMEDIA)
10 Feb 2022
MJR/gja