Además, pidió a estos grupos (Ejército de Resistencia del Señor y Fuerzas Democráticas de Liberación de Ruanda) que detengan de inmediato los ataques contra la población civil y respeten el derecho internacional humanitario.

Andrew Philip, investigador de Amnistía Internacional en la República Democrática del Congo, indicó que estos grupos rebeldes acostumbran a "someter a la población civil a abusos deliberados y atroces contra los derechos humanos" cuando son atacados.

En cualquier caso, Amnistía recomendó a los tres Gobiernos que elaboren planes claros para prevenir los ataques de represalia contra la población civil por parte de las Fuerzas Democráticas de Liberación de Ruanda y el Ejército de Resistencia del Señor, y que garanticen que los civiles no se vean perjudicados en estas ofensivas militares.

Philip añadió que "las fuerzas gubernamentales deben distinguir cuidadosamente en todo momento entre civiles y combatientes", ya que los grupos armados rebeldes "también tienen entre ellos a miles de civiles, tanto familiares como adultos y niños secuestrados".

Por otra parte, Amnistía Internacional apuntó que la fuerza de mantenimiento de la paz de la ONU en la República Democrática del Congo (Monuc) debe estar lista para intervenir con el fin de proteger a la población civil y escoltar a las personas que huyen de las zonas de conflicto a lugares seguros.

"Las nuevas resoluciones 1856 y 1857 del Consejo de Seguridad de la ONU sobre la República Democrática del Congo subrayan que la protección de la población tiene una prioridad absoluta en todas las operaciones de la Monuc", manifestó Philip.