AI condenó "enérgicamente" el asesinato de los activistas de derechos humanos Sarema Sadulayeva y su marido, Alik Dzhabrailov, cuyos cuerpos sin vida tras ser fusilados fueron encontrados el pasado lunes en el maletero de un coche en Grozny (Chechenia).

La organización considera que estos crímenes demuestran "el total desprecio del imperio de la ley que prevalece hoy en Chechenia".

Amnistía recomienda a la comunidad internacional "despertar" y ver que "la sistemática y persistente incapacidad" de Rusia y Chechenia para "investigar eficazmente los asesinatos de derechos humanos o cualquier otro tipo de violaciones" en los últimos años es "una fuerte indicación de que dichas autoridades son, al menos, aquiescentes con estos delitos".

"Las promesas del presidente ruso, Dmitry Medvedev, y el presidente checheno, Ramzan Kadyrov, de que encontrarán a los responsables de los asesinatos tienen poco valor, teniendo en cuenta el completo fracaso de las autoridades en los últimos años para llevar ante la justicia a los responsables de los asesinatos y los secuestros de activistas de derechos humanos, abogados y periodistas que trabajan en el norte del Cáucaso", agregó.

Sadulayeva fue la responsable de Save the Children en Rusia, que ayuda a niños afectados por la violencia en Chechenia y trabaja en colaborción con el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).

Amnistía recordó unas palabras que Sadulayeva comentó a delegados de AI hace cuatro años: "Las violaciones a los derechos humanos en Chechenia continúan sin cesar. Todo el tiempo, las personas están siendo secuestradas, desaparecidas a la fuerza, golpeadas o asesinadas. Todo esto está ocurriendo bajo un completo bloqueo informativo, porque periodistas y observadores independientes no están autorizados en el país".