En una entrevista en Servimedia, Álvarez valoró así las críticas matizadas posteriormente por la ministra de Derechos Sociales y líder de Podemos, Ione Belarra, sobre el envío de armas a Ucrania por parte del Ejecutivo.

“Cuando hay una sociedad como la española inmensamente mayoritaria a la invasión, contraria a la guerra, que reclama diplomacia y paz, este punto de desacuerdo en el Gobierno tampoco es una montaña”, dijo Álvarez, quien cree que “ha habido políticamente interés en azuzar ese punto y se azuza mucho más de lo que es en realidad”.

En este sentido, censuró que “casi nadie ha hablado de la ultraderecha, de que estaba coqueteando con Putin de una manera escandalosa, absolutamente bochornosa, y ahora no tienen ningún problema en salir y recoger determinadas banderas”.

Por ello, insistió en que las diferencias en el Gobierno “forman parte de los matices de una parte de la sociedad que no quiere empuñar” las armas. “Yo que estaría en esa parte de la sociedad, creo que no se puede quedar uno mirando cómo se masacra un pueblo. Soy partidario de que se entreguen armas para defenderse al pueblo ucraniano”, precisó el líder de UGT.

Además, subrayó el “valor que representa que España esté en la Unión Europea” y que tenga la “oportunidad” de contribuir a la “solución de este conflicto”. De hecho, puso en valor la “respuesta Europea”, sobre la que apuntó que “Pedro Sánchez es uno de los artífices, una de las personas que está en el núcleo que ha conseguido esto que parecía que era imposible y que es el arma que Putin no valoró antes de invadir Ucrania, que es la unidad firme de la UE frente a la agresión rusa”.

100.000 PARADOS

En cuanto a la respuesta que debe dar España, Álvarez dijo que debe ser “solidaria” y que el país debe cumplir con su “obligación”. En este sentido, señaló que la llegada de refugiados ucranianos no va a ser una “anécdota”.

“Creo que debemos tener la consideración de que tenemos 100.000 parados más y no pensar qué pasa con unos o con otros”, declaró Álvarez, quien apostó por buscar una salida laboral a las 50.000 o a las 100.000 personas que reciba España en “igualdad de condiciones” que los ciudadanos que viven ya en el país.

Finalmente, reclamó que un refugiado tenga las mismas posibilidades que cualquier otra persona para poder ir a trabajar a la España vaciada. “Me parece Bien que puedan ir refugiados de la misma manera que me parecería muy bien que hay gente que esté parada en Madrid, en Barcelona o en Sevilla que lleva mucho tiempo parada, pues que tenga La opción de poder trasladarse a trabajar”, apostilló.