Almeida aseguró que decir que es "el mejor momento ferroviario de la historia de España es insultante" para esos "600.000 madrileños que todos los días cogen en cercanías". No obstante, rechazó entrar en "descalificaciones" y centró el debate en que hay miles de personas que "necesitan cercanías para poder hacer su vida y que en estos momentos llegan tarde a su trabajo y llegan tarde a sus casas", porque es "un auténtico caos".

En esa línea se mostró dispuesto a "hablar" con el ministro Puente y a que "haya soluciones encima de la mesa" para "trabajarlas conjuntamente". Añadió que los madrileños "no se merecen lo que está pasando" y le pidió al ministro que "se ponga a trabajar".

"Hay un momento en que se han traspasado todos los límites y que cuando está en juego que 600.000 personas puedan utilizar en Cercanías e incluso la integridad física de 600.000 madrileños aquí lo que hay que hacer es trabajar", aseveró.

Preguntado por cómo afecta a Madrid esta situación en un año en el que comienzan varias obras clave, el alcalde explicó que le "preocupa especialmente" este tema porque Cercanías es "una pieza fundamental del sistema de transporte público en la ciudad de Madrid junto con la EMT y junto con Metro".

Asimismo, asumió que la situación con las obras "se va a tornar complicada y difícil" y relató que se está trabajando "intensamente para que las afecciones se reduzcan y se minimicen de manera considerable" aunque es cierto que para ello hay que "contar con Cercanías".