Así lo subrayó durante el pleno en el Senado en respuesta al diputado del PNV Imanol Landa Jauregi, que le preguntó cómo va a afrontar el Gobierno la tramitación del anteproyecto de Ley de Cooperación para el Desarrollo Sostenible y la Solidaridad Global aprobado por el Consejo de Ministros, ya que a la formación le preocupa que invada competencias del Gobierno Vasco y dañe la veterana estrategia de cooperación vasca.

Albares negó que fuera real el temor del diputado Landa, y destacó que la nueva Ley de Cooperación será innovadora y abrirá “toda una reforma del sistema”, por ejemplo, con “un verdadero estatuto para los cooperantes que tiene España por el mundo”, además de “una nueva reglamentación a la cooperación financiera”.

El ministro destacó que habrá “una participación muy importante de los distintos órganos consultivos, incluida la cooperación descentralizada” y mostró su sorpresa por la queja del diputado del PNV, ya que “si algo está muy claro, en esta ley, es que la cooperación descentralizada está protegida porque es un gran activo de la cooperación española”.

Pese a las explicaciones del jefe de la diplomacia, Imanol Landa insistió en que debería corresponder a los parlamentos vasco y navarro “fijar libremente a través de sus presupuestos” la aportación en la materia, y no “a ninguna ley del Estado, como se pretende con el anteproyecto”.

En respuesta, Albares recalcó que la nueva ley “va de tener el mismo objetivo, al final poco importa la bandera de la cooperación”, porque “lo que se busca es la reducción de la desigualdad, la lucha contra el hambre, la lucha contra la pobreza”, y para ello, subrayó “poco importa” la procedencia de la acción. “No separemos señoría, mucho cuidado. Esta ley se trata de que nos sumemos, no se trata de que sea la bandera española, la de Francia o la de Estados Unidos”.