Así lo afirmó durante la primera sesión de las jornadas de información macroeconómica para periodistas organizadas por APIE, donde reconoció que no tiene ninguna evidencia en “negro sobre blanco”, sino que es una preocupación en base a lo que se ha conocido en las últimas semanas.

Herrero advirtió de que, según la información de la que dispone, los 27 han acordado un conjunto de "salvaguardas" que limitan la diferenciación entre países, lo que no es ni “eficaz” ni “realista”.

Opina que, al introducir muchas salvaguardas, se podría acabar “neutralizando” la diferenciación de objetivos por países, y, por tanto, el sistema no experimentaría tantos cambios con respecto al vigente.

Asimismo, mostró sus dudas respecto a la reclamación de los países que piden excluir de la regla de gasto ciertas inversiones verdes o gastos sociales, ya que los requisitos serían más difíciles de monitorizar, además de ser “más estrictos” y menos “diferenciados”.

Y, por último, deploró que, según los acordado por los 27, el papel de las instituciones fiscales independientes volvería a ser el de “mero espectador”, frente al protagonismo que Bruselas pretendía darles.

Sea como sea, la presidenta del supervisor fiscal confía en que se llegue a un acuerdo antes del 31 de diciembre para adoptar un nuevo marco de gobernanza económico, que, a su juicio, será mejor que el anterior –que se reactivará en el caso de que los 27 no alcancen un pacto– aunque pierda “ambición” con respecto a la propuesta de Bruselas.