Así lo puso de relieve este sindicato tras la protesta de este miércoles, en la que Pablo Burgos, portavoz de CSIF-Agencia Tributaria, señaló que llevan “varios años” insistiendo en que se necesitan más medios en materia de lucha contra el fraude y la economía sumergida.

“El conjunto de la ciudadanía española necesita que tengamos una policía fiscal para luchar de forma más eficiente y más eficaz contra el fraude fiscal y la economía sumergida. Y, por lo tanto, debemos organizar la Agencia Tributaria para beneficiar a toda la sociedad española”, declaró Burgos.

Además, criticó que se hable de subir los impuestos y no de “cómo ser más eficaces” en la lucha contra el fraude.

Según Burgos, la Agencia Tributaria tiene alrededor de 26.000 trabajadores, por lo que para el sindicato existe un déficit de unos 5.000 empleados. En esta línea, destacó que en 2008, por ejemplo, este organismo contaba con casi 29.000 personas en plantilla.

Igualmente, el representante de CSIF insistió en la necesidad de crear una policía fiscal para “luchar” y “mejorar” el trabajo contra la economía sumergida.

BLOQUEO

Según CSIF, la Agencia Tributaria tiene “bloqueada” la negociación de diferentes asuntos en materia de condiciones laborales, como la actualización de retribuciones, la carrera profesional, la movilidad o la evaluación del desempeño, pese a que se firmó un acuerdo en 2007 que lo contemplaba. Además, restringe la posibilidad de acogerse al trabajo a distancia.

En este sentido, CSIF recordó que ha presentado una reclamación en vía administrativa contra el Ministerio de Hacienda y de Función Pública, por “inactividad”, para que publique de una vez el Real Decreto que desarrolla el teletrabajo en la Administración General del Estado. En el caso concreto de la Agencia Tributaria, no se ha negociado en el marco de las medidas sobre ahorro energético, se imponen los días y en muchos departamentos solo se permite desempeñar un día en esta modalidad de trabajo, según denunció esta organización.

“CSIF viene observando un deterioro progresivo a lo largo de estos últimos años en la negociación colectiva y en las condiciones laborales de los empleados públicos de la AEAT, hasta llegar a la inasumible situación actual de degradación, que no puede ser consentida por nuestra organización”, agregó.