Lo hizo a través de un comunicado en el que detalló que con los fondos recaudados se fortalecerán los servicios humanitarios que salvan vidas, como la prestación de primeros auxilios de emergencia, servicios médicos -ya sea en ambulancia o en instalaciones sanitarias- y apoyo psicológico.

También se abordará el establecimiento de servicios humanitarios para las poblaciones desplazadas por el conflicto, independientemente de su estatus y de dónde se encuentren, para garantizar que se cumplen las necesidades de las personas separadas, desaparecidas y fallecidas, y de sus familias.

De este modo, la Media Luna Roja Sudanesa proporcionará alimentos, agua segura, artículos no alimentarios, saneamiento, higiene, protección y cobijo a través de ayuda en efectivo y en especie, si las primeras no son viables o seguras.

Otros componentes básicos de la respuesta son la protección de la infancia, la prevención de la violencia de género y/o cualquier otra forma de abuso y explotación sexual, y el deber de cuidado y seguridad para las acciones sobre el terreno.

Como consecuencia de la “destrucción” y el “saqueo” de las instalaciones de la Media Luna Roja Sudanesa, “gran parte” de la labor de la FICR será “restablecer y aumentar la capacidad operativa” de aquélla para que “pueda seguir prestando ayuda”.