Cultura
La acreditación como inventor del control remoto y referencias de sus ingenios, legado de Torres Quevedo en el Cervantes
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El Instituto Cervantes acogió este viernes en su sede de Madrid un homenaje al ingeniero e inventor Leonardo Torres Quevedo (1852-1936) en el marco del cual se depositó un legado compuesto por el documento otorgado por el Instituto de Ingenieros Eléctricos y Electrónicos que le reconoce la primicia en el desarrollo del control remoto, un calendario del transbordador de las cataratas del Niágara proyectado por él, y una docena de publicaciones, cartas y manuscritos.
En el acto participaron el director del Cervantes, Luis García Montero; el presidente de la Real Academia de Ingeniería y patrono del Cervantes, Antonio Colino; y Mercedes Torres Quevedo y González Camino, nieta del inventor. También estuvieron presentes el ingeniero y académico Francisco González de Posadas y el profesor de Historia de la Ciencia de la Universidad Complutense de Madrid Francisco González Redondo, que ejercieron de testigos.
La Caja de las letras de la institución cervantina acogerá en la caja 1275 cartas y manuscritos, una docena de publicaciones, con libros, monografías o catálogos, postales y un calendario del transbordador de las cataratas del Niágara, y el ‘Milestone’ otorgado por el Instituto de Ingenieros Eléctricos y Electrónicos que reconoce la primicia del ingeniero en el desarrollo del control remoto, por sus trabajos realizados en 1901 con la creación del telekino.
En su intervención, García Montero destacó que el Cervantes no sólo apuesta por “la lengua y la filología, la lengua y la literatura”, sino que también tiene presentes “las relaciones de la lengua con la ciencia y con la tecnología”.
En ese sentido, atestiguó que el español “no es sólo el idioma de sor Juana Inés de la Cruz y de Miguel Cervantes, sino el de toda una comunidad que tienen como futuro el compromiso fundamental con la ciencia y con la técnica”.
Luego de dejar claro que “la ciencia, la técnica y las humanidades van de la mano”, subrayó la importancia de que éstas “estén al servicio de los seres humanos, del conocimiento de su historia y del compromiso con el futuro”.
García Montero comentó que este tipo de “homenajes modestos” evidencian que “el mejor compromiso con el futuro” pasa por “saber elegir las herencias del pasado”, lo que le sirvió para argüir que “ahora que dialogamos con las máquinas, es muy significativo recordar el trabajo de Torres Quevedo”.
Tras constatar que en el Cervantes se reúnen “premios Cervantes, poetas y novelistas de las lenguas oficiales del Estado español”, refrendó la importancia de tener presente que “la creatividad, la invención, es importantísima cuando pensamos en la imaginación social”. “Inventar nuestras cosas, inventar nuestros pensamientos es un ejercicio de imaginación social para inventar el futuro”.
A su vez, señaló que “la mejor riqueza de un país es su conocimiento, su saber, su cultura científica, tecnológica y humanista”, por lo que este legado, como los de Santiago Ramón y Cajal (1852-1934), Severo Ochoa (1905-1993) y Margarita Salas (1938-2019) que custodia la institución, abre un “camino de futuro para unir nuestra ciencia, nuestra técnica y nuestras humanidades en la cultura que nos consolidad como comunidad”.
Por su parte, Antonio Colino defendió que “la tecnología y la ingeniería no son sólo cultura, sino que la modifican y transforman para mejorar el futuro de la comunidad”. “Somos cultura, pertenecemos a la cultura y estamos muy orgullosos de pertenecer al Cervantes”, remató.
Por último, Mercedes Torres Quevedo y González Camino agradeció el homenaje y confesó el orgullo que la familia de Torres Quevedo siente hacia su “fecunda vida”, durante la cual “con sus estudios e inventos contribuyó tanto al desarrollo y el bienestar de la sociedad”.
(SERVIMEDIA)
05 Mayo 2023
MST/clc