Tres meses después de su nombramiento como sustituto de José María Álvarez-Pallete, Murtra obtuvo un respaldo mayoritario de los accionistas para su ratificación como consejero ejecutivo.

También fueron refrendados como consejero ejecutivo el nuevo CEO, Emilio Gayo; como consejeros dominicales Carlos Ocaña, vicepresidente de la compañía y representante de la SEPI, y Olayan Alwetaid, de Saudi Telecom, y como vocal independiente Ana María Sala.

La Junta también dio luz verde al reparto de dividendo este año de 0,30 euros por acción, que se abonará en dos tramos de 15 céntimos el 19 de junio y el 18 de diciembre.

Los accionistas también avalaron el informe anual sobre remuneraciones de los consejeros y la reelección como auditora de cuentas de PricewaterhouseCoopers.

Murtra contestó en el turno de palabra a varios accionistas, que se interesaron por los cambios en la cúpula del grupo, el dividendo y la deuda, entre otras cuestiones.

Javier Álvarez, representante de la asociación de consumidores Adicae, criticó que mientras Telefónica es objeto de “pugna por su control” entre grandes inversores e instituciones y cerró 2024 con pérdidas de 49 millones de euros, se estanca la retribución al accionista.

Otro accionista, Artemi Suárez, reprochó a Murtra que haya llegado a la presidencia por ser “amigo” del presidente del Gobierno y tras “uno de los ataques más vergonzosos” de un Ejecutivo para tomar el control de Telefónica.

En relación con su nombramiento, Murta respondió que el Consejo propuso su elección y los accionistas han podido pronunciarse con libertad a través de su voto en la Junta. Sobre la deuda, dijo que su reducción será un objetivo clave en esta nueva etapa de la compañía.