En el debate sobre política general en el Parlamento vasco, el Lehendakari apeló al valor de la solidaridad "como requisito indispensable para la supervivencia", pero, dijo, "hacen falta recursos para ello".

Así, afirmó que "la sostenibilidad del sistema del bienestar es compleja" y consideró necesario, por ello, aumentar la productividad de la economía vasca y tener unas cuentas públicas saneadas "para hacer frente al futuro con garantías".

Por este motivo, anunció que el proyecto de presupuestos para 2011 se enmarcará en un "ahorro positivo", ya que sólo se destinarán a gasto corriente recursos obtenidos con ingresos ordinarios, "haciendo un importante esfuerzo para sanear las cuentas públicas".

Además, destacó la importancia de una "administración eficiente y austera, que no derroche recursos públicos", y con este objetivo en las cuentas del próximo año, explicó, el gasto corriente de las empresas públicas se reducirá un 20% de media con reducción del número de empresas y reorganización de los recursos de personal.

Por último, insistió en la necesidad de una fiscalidad “suficiente para garantizar el sistema” y consideró que la fiscalidad "necesita un debate y una reflexión serena" porque, aunque es un elemento más para garantizar la sostenibilidad, "a veces da la sensación de que es un tema tabú que no se puede nombrar sin levantar sospechas".

Para López, éste no es un tema económico, sino político y social porque la pregunta, puntualizó, "es qué servicios esperamos recibir y cómo los pagamos".

"El debate es sobre el modelo de país que queremos", aseveró.

De este modo, dejó claro que pretende "hablar de ello con todos" porque "hacer cambios de forma aislada sería contraproducente". Así, una vez que se constituyan las diputaciones forales, tras las elecciones de mayo de 2011, López anunció que las convocará "formalmente" para analizar la reforma del sistema fiscal y conseguir una "fiscalidad suficiente".