Según la estadística relativa al etiquetado de la electricidad publicada por la CNMC este viernes, en concreto, durante el pasado año, el número de garantías de origen expedidas en España aumentó un 15,5%, hasta los 134 millones, frente a los 116 millones en 2022, lo que equivale a 134 teravatios hora (TWh), y se importaron más de 12 millones (19 millones en 2022).

El etiquetado de la electricidad se basa en el Sistema de Garantías de Origen, la única herramienta válida para que las comercializadoras informen a sus clientes del origen de la electricidad que venden y de su impacto ambiental. Con este mecanismo se evita que las empresas desarrollen estrategias de publicidad engañosa sobre el origen ‘verde’ de sus ofertas.

Se trata de una acreditación, en formato electrónico, que asegura el volumen de megavatios hora (MWh) generados a partir de fuentes renovables o de cogeneración de alta eficiencia, en un periodo temporal determinado.

En 2023, participaron de este sistema 209 comercializadoras, frente a los 188 en 2022, que acumularon el 88% de toda la energía vendida en España por las empresas comercializadoras. Además, más de 46.000 instalaciones de generación de electricidad procedente de fuentes de energía renovables y de cogeneración de alta eficiencia participaron en el Sistema de Garantías de Origen de electricidad.

La electricidad de más de ocho millones de consumidores, cifra récord de los últimos ejercicios según la comisión, fue objeto de redención de garantías de origen. La redención consiste en asignar unas determinadas garantías a un consumidor de electricidad específico y se realiza a través del código que identifica su punto de suministro (CUPS).