Estas precauciones son especialmente importantes, según los ópticos, para los usuarios de lentes de contacto, alérgicos, personas con ojo seco y para los niños, que pasan más tiempo en el agua y bucean con los ojos abiertos.

Y es que, aseguraron estos expertos, los usuarios de lentes de contacto "son uno de los colectivos con más riesgo de infección ocular" en las piscinas, por lo que deben bañarse con precaución si llevan las lentillas puestas, tanto en la piscina, como en el mar.

Para prevenir la irritación y los contagios en el ojo, recordó el CNOO, lo mejor es utilizar gafas para nadar y bucear encima de las lentillas y evitar el contacto ocular con el agua.

Según los ópticos-optometristas, las conjuntivitis irritativas están provocadas a menudo por un exceso de cloración y por la presencia de otras sustancias químicas en el agua, así como por el sol. Las víricas y bacterianas, por su parte, pueden deberse a unos niveles de cloro incorrectos, de ahí la importancia de proteger correctamente los ojos en la piscina.