Estas fueron una de las cariñosas muestras de afecto del monarca a los jugadores de "la Roja" en la recepción ofrecida en su honor en el Palacio Real. Los jugadores de la Selección española de fútbol llegaron minutos después de las 17 horas al Palacio Real en chándal y con la camiseta oficial roja de España.

Allí, fueron recibidos por casi toda la Familia Real para darles las enhorabuena por la victoria en el Mundial de fútbol. Los jugadores regalaron al Rey una camiseta de "la Roja" en la que ya figura la estrella de campeones del mundo, la misma que se pusieron ellos al término del partido.

Los Reyes, los Príncipes y la Infanta Elena saludaron uno por uno en el salón de columnas a los integrantes de la Selección de fútbol que, capitaneados por Íker Casillas, llegaron a las 15 horas de este lunes a Madrid procedentes de Sudáfrica.

Ante la curiosidad de que los jugadores asistan a esta recepción oficial con ropa deportiva y zapatillas, desde la Casa del Rey indicaron que se debe a que, con objeto de no retrasar las celebraciones, no ha habido tiempo para que se cambien.

Por su parte, el Rey lucía traje de chaqueta con la corbata con líneas diagonales de la bandera de España sobre fondo azul, la Reina un traje rojo, el Príncipe de traje y corbata roja, la Princesa pantalón blanco y camiseta azul, y la Infanta Elena, de chaqueta roja y pantalón azul.

Otro de los detalles de la cita fue que la Familia Real estuvo casi 45 minutos esperando a los jugadores, que se retrasaron en su llegada al Palacio Real. Pero se les perdonó.

Cuando faltaban pocos minutos para las seis de la tarde, la Familia Real entró al salón de columnias y acto seguido la delegación española por Casillas, a quien el Rey le dio un abrazo y una colleja. No fue el único, Xabi Alonso, Xavi Hernández, Carles Pujol y Andrés Iniesta también se llevaron un afectuoso saludo del monarca.

A los jugadores, en ropa deportiva, se les notaba nerviosos ante la recepción y muy sonrientes. Detrás del cuerpo técnico, liderado por el entrenador Vicente del Bosque, se sucedieron todos los 23 jugadores hasta Xabi Alonso que, tras abrocharse la zapatilla, cerraba la fila. Detras de ellos, el equipo de la Real Federación Española de Fútbol con su presidente, Ángel María Villar, a la cabeza.

Tras los saludos, el Rey tomó la palabra para agradecer a los jugadores que hayan hecho "vibrar de emoción" a todos. "No es un día de discursos, es un día de emoción", empezaba diciendo el Rey. Emoción que atribuyó a la "excepcional" selección que ha hecho "vibrar el corazón de todos los españoles" .

"Mi orgullo por ver a España campeón, por aglutinar a todos los españoles, por hacer realidad nuestros mejores sueños, y por proyectar, sobre todo, el nombre de España en todo el mundo. Estos son los sentimientos que como Rey quiero trasladaros con el mayor de los abrazos, con toda mi gratitud y con toda mi más afectuosa enhorabuena", dijo don Juan Carlos.

En un discurso algo improvisado, el monarca subrayó que son "un ejemplo de deportividad, de nobleza, de buen juego, de trabajo en equipo". En ese momento, quiso tener un gesto hacia el entrenador Vicente del Bosque para darle la "enhorabuena" por el trabajo. "Aunque sé que no le gusta aparecer por ahí, pero siempre tendrá mi reconocimiento", le trasladó el Rey.

Además, don Juan Carlos les remarcó a los jugadores que son un "ejemplo de esfuerzo y espíritu de superación para las nuevas generaciones. Y una capacidad, sobre todo, de demostrar la capacidad que tiene España para lograr juntos los éxitos que nos propongamos". "¡Gracias Campeones en nombre de toda España y de todos los españoles!, ¡Gracias por vuestro ejemplo y por vuestro espíritu! ¡Viva nuestra selección y viva España!".

Así, como si de una acto castrense se tratara, el Rey terminó sus cariñosas palabras con un "viva España". Después se puso para la foto de familia, momento en el que el capitán le entregó la camiseta y le dio el trofeo de campeones.

INFANTAS

Tras múltiples detalles de amistad y confidencias entre los jugadores y los miembros de la Casa Real, el protagonismo lo acapararon las infantas doña Leonor y doña Sofía que, vestidas con la camiseta de España, entraron en el salón de columnas.

Casillas, tras darles un beso a cada una y saludarlas de forma cariñosa, se acercó a ellas para tocar la copa. La infanta Sofía no se lo pensó, y sonrío al rozar con sus dedos semejante trofeo, mientras que su hermana mayor lo hacía más tímidamente.

Después de un refrigerio y de despachar durante unos minutos, la selección española de fútbol abandonó sobre las 18.30 horas de la tarde, a los sones de un pasadoble de la banda de la Guardia Real, el Palacio Real en un autobús rumbo al Palacio de La Moncloa.

La salida del Palacio Real de la selección fue un lujo para algunos trabajadores de esta casa que se acercaron para cantarles "campeones, campeones" y hacerse fotos, gesto que algún que otro miembro de la Guardia Real provocó algún disgusto y regañina de su superior.