En declaraciones a Servimedia, Fogué, que también es presidente de la Diputación de Barcelona y que dijo no conocer el tema del presidente de la Diputación alicantina, José Joaquín Ripoll, más allá de lo que ha difundido la prensa, quiso primero dejar "muy claro" el principio de presunción de inocencia de cualquier persona hasta que no se demuestre lo contrario.

A partir de ahí, Fogué dijo que noticias como las de la Diputación de Alicante de estos días, "más allá de que después se confirmen o no, no hacen ningún bien no sólo a las diputaciones, sino a la sociedad en general".

Además, según Fogué, no son buenas para nadie porque estas noticias acostumbran a tener siempre, "y en parte es lógico en democracia", una trascendencia mayor que otro tipo de noticias; y porque a veces llevan aparejado para muchas personas "el todos son iguales".

"Las organizaciones políticas, sean las que sean, y los responsables políticos, los electos y no electos, en general, la gran mayoría en España son personas honestas, trabajadoras, honradas y con unas dosis de ilusión muy grande; pero como en todos los grupos de la sociedad siempre los hay que no son tan honrados o que no son tan honestos", opina Fogué.

Pero, a su juicio, eso "no quiere decir que esa sea una práctica habitual extensiva y extensible a todo el mundo" y que se pueda pensar que todos los responsables políticos son corruptos.

Fogué señaló que "con eso no quiero quitar ni trascendencia ni importancia, pero sí que quiero por lo menos decir que se sitúen un poco las cosas en su término, y que cualquier caso que afecte a un responsable político nos afecta a todos, seamos de su partido o de otro partido político, y afecta a las instituciones democráticas".

El presidente de la Fundación Democracia y Gobierno Local no quiso entrar a opinar sobre la polémica que ha desatado la forma en que se llevó a cabo la detención de Ripoll, porque "no creo que esto en estos momentos sea lo importante y lo fundamental".