Este apoyo unánime a la iniciativa es para la ministra de Sanidad y Política Social, Trinidad Jiménez, "un gesto de madurez política" que hay que agradecer y que demuestra que todos los grupos están de acuerdo con el fondo de la norma, que busca proteger la salud de los ciudadanos.

Aunque ciertamente todos los grupos del Congreso anunciaron que votarán a favor de la modificación de la ley del tabaco por compartir su fondo, CiU, PNV y varios del Mixto manifestaron estar en contra de la forma del texto por haberse presentado como una proposición de ley y no como un proyecto de ley, que hubiera permitido escuchar a los sectores afectados.

En este sentido, el PP anunció que para subsanar este fallo, pedirá, durante la trammitación de la norma, la comparecencia en el Parlamento de los sectores afectados por la reforma, tanto de los que estén a favor, como de los que se manifiesten en contra, algo que la ministra dijo no compartir, por innecesario. Aseguró en este sentido que su departamento ha mantenido ya reuniones con los protagonistas.

Pese a todo, Mario Mingo, del PP, afirmó que su grupo apoyará la tramitación de la reforma, porque busca mejorar la salud de los ciudadanos, pero temió que no surta efecto, ya que, según dijo, las medidas prohibitivas no sirven en salud pública.

A su juicio, "un desarrollo lógico y razonable" de la ley actual evitaría, en gran medida, la modificación de la norma propuesta, que contiene "medidas drásticas e irracionales" y que se presenta en un momento de crisis económica.

Mingo se manifestó a favor de las medidas que protejan a los no fumadores, pero sobre todo exigió que se ayude a los que ya consumen tabaco a librarse de la nicotina.

Pese a que los populares se han quejado en varias ocasiones de que la modificación de la norma del tabaco no se haya hecho mediante proyecto de ley para pasar por trámites previos a los del parlamento como el del Consejo de Ministros y el de la consulta a sociedades científicas y afectados en general, no lo hizo este martes en la Cámara Baja, donde sí protestaron por este hecho CiU, PNV, UPyD y NaBai.

Así, Concepció Tarruella, del Grupo Catalán, indicó que está de acuerdo con el fondo, pero no con la forma de la iniciativa, que debería haberse presentado como proyecto de ley para poder oír las voces de investigadores y de todos los grupos a los que afecta.

En la misma línea, el peneuvista Joseba Agirretxea fue también "crítico" con la metodología de la reforma, que parece responder, a su juicio, a un capricho del Gobierno. No obstante, aseguró que la apoyará, porque supone una oportunidad para mejorar el texto propuesto por PSOE y ERC-IU-ICV, que no se fija en medidas sanitarias y en otras también de importancia. "Es, dijo, "el momento de dar un paso más".

Por el mismo motivo, Rosa Díez, de UPyD (Grupo Mixto), manifestó estar "decepcionada", al igual que Uxue Barkos, de NaBai (también del Grupo Mixto), que subrayó que su deseo habría sido que la iniciativa la hubiera presentado el Gobierno y no el Grupo Socialista.

COMPENSACIÓN

Otro aspecto de la reforma de la ley del tabaco apuntado en el debate fue el de la compensación a los locales de ocio que tras la ley del tabaco aprobada en 2005 hicieron los deberes y acometieron reformas en sus establecimientos.

En este sentido, el Grupo Catalán pidió compensaciones para los hosteleros, algo que según dijo la ministra de Sanidad tras el debate parlamentario deberá decidirse en la tramitación de la reforma.

Como CiU, Francesc Canet, de IU-ICV, aseguró comprender la preocupación de los locales de ocio, a quienes su grupo tratará de compensar durante la tramitación de la norma, si demuestran que han hecho los deberes.

Además de la compensación a los locales de ocio, CiU echa de menos en la propuesta medidas educativas encaminadas a proteger a los adolescentes, sobre todo a las chicas y pide tratamientos públicos para la deshabituación tabáquica en toda España.

Carlos Salvador, de UPN (Grupo Mixto), indicó que el testo presentado en el Congreso genera "muchas dudas" a su grupo, pero que tratará de mejorarla en el trámite parlamentario. Dijo no entender, por ejemplo, que para el Gobierno "abortar sea un derecho y fumar, un delito".

Durante la defensa del texto, Pilar Grande, del PSOE, recordó que su propuesta está encaminada a aumentar los espacios libres de humo para que los no fumadores no se vean obligados a tragar la nicotina de los demás.

La ley que se reforma es "valiente" y ha evitado 1.500 muertes al año, pero ha conseguido "solo a medias sus objetivos iniciales, por lo que es necesario avanzar en la reducción del consumo del tabaco y en la protección de los no fumadores, reconoció Grande.

Y es que, añadió, el tabaquismo es la primera causa de muerte evitable en todo el mundo y mata sólo en España a 53.000 personas al año por culpa de enfermedades provocadas por el humo de los cigarrillos y a otras 3.000 por aspirarlo sin ser fumadoras.

Por su parte, Gaspar Llamazares, de IU-ICV, dijo que esta iniciativa "no es prohibicionista", sino que pretende garantizar el derecho a la salud de los no fumadores, "la mayoría de la población española; prevenir el tabaquismo en los jóvenes, cada vez más notable por culpa de las tabaqueras, y disminuir el número de los adictos a la nicotina.

Porque, argumentó, el fumador vive, de media, una década menos que el no fumador y mata a mucha gente cada año en todo el mundo.

No obstante, IU dejó claro que su grupo quiere que la norma prohíba el tabaco también en los hospitales psiquiátricos, permitido como una de las excepciones en la propuesta presentada, y que se vigile más su cumplimiento en general.