El cambio climático puede aumentar las erupciones volcánicas
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El deshielo de los glaciares debido al calentamiento global puede provocar un incremento de las erupciones volcánicas debido a los cambios generados en la presión de la superficie terrestre, según un estudio realizado por 10 investigadores y liderado por la Universidad de Leeds (Reino Unido).
Los científicos, que han publicado el trabajo en la revista ‘Geology’, descubrieron que había menos actividad volcánica en Islandia cuando la cobertura de los glaciares era más extensa y que cuando estos se derretían las erupciones volcánicas aumentaban.
“El cambio climático causado por los humanos está creando una rápida fusión del hielo en las regiones volcánicamente activas. En Islandia, esto nos ha puesto en el camino hacia erupciones volcánicas más frecuentes”, señala Graeme Swindles, de la Facultad de Geografía de la Universidad de Leeds.
Los investigadores examinaron la ceniza volcánica islandesa preservada en depósitos de turba y sedimentos de lagos, e identificó un periodo de actividad volcánica significativamente reducida hace entre 5.500 y 4.500 años, después de una importante disminución de la temperatura global, lo que causó el crecimiento de los glaciares en Islandia.
Hallaron que hubo un desfase de cerca de 600 años entre ese episodio climático y una disminución notable en el número de erupciones volcánicas, lo que sugiere que es posible que se produzca un retraso similar después del reciente incremento de las temperaturas del planeta.
El sistema volcánico de Islandia está en proceso de recuperación de la Pequeña Edad de Hielo, un periodo climático más frío registrado entre 1500 y 1850 aproximadamente. A partir de entonces se está produciendo una combinación de calentamiento climático natural y humano, lo que ha provocado que los glaciares islandeses se derritan nuevamente.
MENOS PRESIÓN
Swindles apunta que “el efecto humano sobre el calentamiento global hace que sea difícil predecir cuánto tiempo va a transcurrir, pero las tendencias del pasado nos muestran más erupciones en Islandia que se pueden esperar en el futuro”.
El volcanismo islandés está controlado por complejas interacciones entre grietas en los límites de las placas continentales, la acumulación de gas subterráneo y magma, y la presión sobre la superficie del volcán por los glaciares y el hielo. Los cambios en la presión de la superficie pueden alterar la tensión en las cámaras poco profundas donde se acumula el magma.
"Cuando los glaciares retroceden, hay menos presión sobre la superficie de la Tierra. Esto puede aumentar la cantidad de derretimiento del manto y afectar el flujo de magma, y a cuánto magma puede contener la corteza. Incluso pequeños cambios en la presión de superficie pueden alterar la probabilidad de erupciones en volcanes cubiertos de hielo", concluye Ivan Savov, de la Facultad de Tierra y Medio Ambiente de la Universidad de Leeds.
(SERVIMEDIA)
26 Nov 2017
MGR/gja