El 16 de mayo el Pleno del Congreso de los Diputados aprobó con 207 votos a favor y 134 en contra una moción que había sido impulsada por el PSOE y que contó con el respaldo de Unidos Podemos, Ciudadanos, PNV, ERC y la mayoría de miembros del Grupo Mixto.

En ella, se llamaba al ministro de Justicia, Rafael Catalá, a dimitir para asumir "responsabilidades políticas" por lo que la oposición entendía que era "protección" de corruptos vinculados al PP. Además, la moción reclamaba al Gobierno el relevo del fiscal general del Estado, José Manuel Maza, y del entonces fiscal Anticorrupción, Manuel Moix, por su actuación en el ‘caso Lezo’ y en otras causas por corrupción que afectan a miembros del PP.

En la defensa de la iniciativa, la diputada del PSOE Isabel Rodríguez sostuvo que el titular de Justicia "no puede estar ni un minuto más" en el cargo, puesto que hay evidencias de que urdió "un plan perfecto para proteger a sus corruptos", en referencia a encausados del PP.

Por parte de Unidos Podemos, Gloria Elizo tildó de "brindis al sol" la moción de los socialistas, pero afirmó que votaban a favor "por su valor simbólico". Al mismo tiempo, criticó que PSOE y Ciudadanos no actúen de la misma forma con la moción de censura de su partido contra Rajoy y dijo que con su "indiferencia" en esta cuestión dejan que el PP siga devaluando instituciones como la Fiscalía.

Ignacio Prendes, de Ciudadanos, señaló que su formación apoyaba la moción contra Catalá por la "pérdida de crédito a borbotones" que ha sufrido el ministro con el ‘caso Lezo’ y por el "mazazo" que ha dado a la independencia de los fiscales.

“TAPAR” LAS PRIMARIAS SOCIALISTAS

En contra, Carlos Rojas, del PP, negó estas acusaciones y reprochó al PSOE que promoviera esta moción sin importarle que las acusaciones contra Catalá y los fiscales hubieran sido desacreditadas con las explicaciones. Por ese motivo, este diputado se preguntaba si los socialistas, con esta iniciativa, buscaban "tapar la semana de pasión" que padecían esos días con las primarias para elegir a su nuevo líder.

Mikel Legarda, del PNV, indicó que su fuerza política apoyaba la reprobación del titular de Justicia por existir una "sospecha reforzada de parcialidad y manipulación" de la Justicia, mientras que Ester Capella, de ERC, afirmó que se estaba quebrando la “confianza” de la ciudadanía en la Fiscalía.