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Gürtel. Correa ofrece a Anticorrupción “colaboración absoluta” y pide el indulto para Baltasar Garzón

- “No tengo conciencia de haber cometido ningún delito”, afirma

MADRID
SERVIMEDIA

El tribunal que juzga la primera etapa del 'caso Gürtel' (1999-2005) desde el 4 de octubre de 2016 escuchó hoy al cabecilla de la red en el uso del derecho a la última palabra. Francisco Correa aprovechó para ofrecer su “colaboración absoluta” a la Fiscalía Anticorrupción para esclarecer otras piezas del 'caso Gürtel' y sorprendió pidiendo ante los magistrados que se indulte al juez Baltasar Garzón, primer instructor del 'caso Gürtel', “inhabilitado injustamente” como una “víctima política más, como yo”.

Correa es el único de los 37 acusados que se dirigió hoy al tribunal de viva voz. Lo hizo por espacio de media hora, durante la cual aseguró que no tiene “conciencia de haber cometido ningún delito”.

Tras ofrecer su “colaboración total de ahora en adelante en todas las causa que tengo abiertas”, sorprendió a la sala solicitando expresamente el indulto para el magistrado Baltasar Garzón, el instructor que comenzó a investigar el 'caso Gürtel', por entender que “ha sido injustamente inhabilitado”.

Aseguró que el juez ha sido “una víctima más, como yo, de una causa con tintes políticos y no jurídicos”. El presidente de la Sala, Ángel Hurtado, impidió que continuara con su disertación porque “este no es el sitio adecuado” para plantear esta petición.

Tras 125 sesiones de vista oral celebradas a lo largo de más de un año, el juicio ha quedado visto para sentencia.

TOTAL COLABORACIÓN

Visiblemente desmejorado, Correa ofreció al ministerio público su “total colaboración de ahora en adelante en todas las causas que tengo pendientes y estar una o dos o tres semanas, las que hagan falta. Estoy dispuesto a una absoluta colaboración, total, pero me gustaría ir a la Fiscalía por mis propios medios, no me gustaría ir trasladado desde la cárcel”.

En ese sentido, argumentó que todos los días escucha que “la justicia es igual para todos” y “no es verdad. Yo llevo más de cuatro años en prisión preventiva y no tengo ninguna sentencia firme del Supremo. Somos los únicos que estamos en prisión. No hay riesgo de fuga, he tenido cuatro años para fugarme y no lo he hecho, firmo todos los días en el juzgado, he ido durante un año al juicio de Valencia y he venido aquí... No voy a fugarme”.

EXCARCELACIÓN PARA AHORRAR

“Por economía procesal” y para ahorrar “dinero al Ministerio”, reclamó su excarcelación, garantizando que “voy a decir la verdad. No voy a mentir. Me tienen que creer, esta es mi verdad. No tengo absolutamente nada que ganar ni que perder, lo que quiero es solucionar esto”, insistió, reclamando de nuevo su excarcelación.

Francisco Correa volvió a explicar en su turno de última palabra, uno de los más largos que se recuerdan en la historia procesal, que su tarea profesional era similar a la de un lobista.

Insistió en que no ha habido comportamientos corruptos, “como mucho tráfico de influencias”, aseguró que su empresa “no se creó para trabajar para el PP ni para delinquir” y explicó que como profesional era requerido por empresas privadas que querían sus contactos para intentar hacerse con contratos públicos. “Si lo conseguía, me pagaban un porcentaje, pero me pagaban empresas privadas” y “los presupuestos de las contrataciones“ no se engordaban, según dijo.

Aseguró que esta es la misma tarea que hacen muchos exministros y expresidentes del Gobierno de España, que usan su contactos en Latinoamérica y Oriente Medio para conseguir que las empresas españolas sean adjudicatarias de contratos. “La única diferencia es que esas empresas les contratan”, mientras que las que recurrieron a sus servicios nunca lo hicieron.

Insistió de nuevo en que sus empresas no se crearon para cometer ningún tipo de delito y en que las administraciones públicas nunca le pagaron, siempre fueron las empresas privadas. Asimismo, aseguró que echaron mano de él prácticamente todas las grandes empresas del país, pero rehusó dar nombres para no tener “otras 200 querellas”. Acabó explicando que “por mis relaciones con políticos y el partido utilicé y gestioné contratos” públicos.

DONALD TRUMP

Su voluntad siempre fue, dijo, trabajar limpiamente. “¿Que luego existieron irregularidades? Sí, existieron”, reconoció antes de defender una labor puramente profesional. “Si para trabajar tengo que facturar a Donald Trump, yo facturo a Donald Trump”, aseveró.

En esta causa se ha juzgado a 37 personas entre políticos y empresarios. Termina así el juicio de la primera época de la trama de corrupción política 'Gürtel' (1999-2005), que se ha celebrado en la sede de la Audiencia Nacional en San Fernando de Henares (Madrid) durante más de un año y se ha desarrollado a lo largo de 125 jornadas.

La Fiscalía pide la mayor pena para Francisco Correa, 125 años de prisión, seguida de los 85 que solicitó para el presunto 'número dos', el exsecretario de Organización del PP gallego Pablo Crespo, mientras que para el extesorero del PP Luis Bárcenas y el exconsejero de la Comunidad de Madrid Alberto López Viejo reclama 39 años.

EXMUJER

Además de Correa, su exmujer, Mari Carmen Rodríguez Quijano, pidió permiso al tribunal para que su abogado diera lectura en la vista a su última palabra. Aseguró que nunca tuvo conciencia de estar quedándose con dinero que no fuera suyo e insistió en que la desahogada situación económica de su familia hacía que no necesitase tales prácticas.

“Me han engañado. Mi marido me mintió a mí, al alcalde, a todos”, dijo antes de pedir perdón por cualquier perjuicio que haya podido ocasionar con su actividad. “Nunca he tenido intención de quitar nada a nadie, no lo necesitaba”, concluyó.

Correa comenzó a dirigirse al tribunal visiblemente afectado por las palabras de su exesposa. Afirmó que “en ningún momento” pretendió “engañarla” y defendió que “está siendo injustamente juzgada aquí por ser mi mujer y no por su comportamiento en el trabajo”.

(SERVIMEDIA)
17 Nov 2017
SGR/caa