Granados asegura que supo de la UCO por Google y que Marjaliza consultó a una pitonisa sobre su futuro judicial

MADRID
SERVIMEDIA

El `exnúmero dos´ de la Comunidad de Madrid y del PP madrileño Francisco Granados arremetió hoy contra el que fuera su amigo y socio, David Marjaliza, del que dijo que estaba al tanto de la investigación de la `operación Púnica´ mucho antes de que se produjera el chivatazo que supuestamente le dio el guardia civil José Manuel Rodríguez Talamino en septiembre de 2014. Granados aseguró que supo lo que era la UCO consultando Google y Wikipedia y arremetió contra el empresario asegurando que incluso llegó a consultar a una pitonisa para conocer su futuro judicial.

Granados hizo estas manifestaciones en respuesta a las preguntas de la fiscal Carmen García Cerdá en la segunda jornada del juicio por el chivatazo, el primero de los relacionados con la trama 'Púnica' y que se celebra en la Audiencia Nacional. Tanto Granados como Talamino y el asesor de la comunidad de Madrid José Luis Caro Vinagre se enfrentan a tres años de prisión.

A instancias de la fiscal se escuchó en la vista una grabación en la que Granados avisa a Marjaliza de que ha hablado con un agente de la UCO, que le ha contado que "están haciendo algo en tu puerta", probablemente un “seguimiento”.

Aunque dijo no saber nada de la colocación de una cámara frente a las oficinas de la empresa de Marjaliza, sí reconoció que la revelación de Talamino le sonó a "advertencia". Insistió en que cuando entró en política cerró una cuenta que tenía en Suiza con dinero de procedencia “lícita” y desde entonces no tiene "ningún euro en Suiza ni en ningún otro país".

Granados expresó su extrañeza por que Marjaliza no se siente en el banquillo cuando era él quien tenía información sobre la operación desde hacía meses. La enemistad entre ambos quedó patente este miércoles. Su distanciamiento nace del momento en que el empresario madrileño decidió colaborar con la justicia y declaró voluntariamente en junio de 2015 ante el instructor de la 'causa Púnica'.

"Marjaliza habla de llevarse el dinero, de que tiene el teléfono pinchado por la Audiencia Nacional, empieza a colocar parte de su dinero en el extranjero, oculta pruebas", aseguró Granados, que incluso llegó a “consultar con una pitonisa" para saber cómo acabaría la investigación de la Audiencia Nacional.

Granados explicó también que Marjaliza echó mano del marido de su secretaria, que era guardia civil, para conocer más datos de las investigaciones, y que le mandó a Suiza para alquilar un almacén en el que ocultar "sus cuadros y su patrimonio".

“EN SU PUERTA”

El ex secretario general del PP madrileño negó este miércoles haber recibido un chivatazo del guardia civil José Manuel Rodríguez Talamino sobre la investigación de la trama 'Púnica', aunque después habló con su amigo, el empresario David Marjaliza, al que dijo que la charla le sonó a “advertencia” y le advirtió de que los agentes estaban “en su puerta haciendo cosas”.

El exdirigente popular insistió en que en una conversación mantenida con Talamino durante las fiestas de Valdemoro, éste le dijo únicamente que "había compañeros suyos trabajando en Valdemoro y no sé si también en Pinto por unas oficinas o un centro comercial en una operación o una investigación, pero no me concreta".

Más adelante explicó al tribunal que en un segundo encuentro con Talamino, ocurrido un día más tarde de manera fortuita, le preguntó por el comentario sobre la presencia de miembros de la UCO en Valdemoro y Pinto, a lo que el agente le respondió: "Por quien nos ha encargado esto y quien está trabajando en esto, es un tema económico, algo de algún empresario”.

Automáticamente Granados pensó, según declaró, que se trataba de algo “con enjundia”, tras rastrear ese mismo día “en Google y la Wikipedia” lo que es la Unidad Central Operativa (UCO) y comprobar qué tipo de investigaciones desarrolla.

La fiscal solicitó la reproducción de una conversación entre Granados y Marjaliza, que se produjo después de que el `número dos´ de la Comunidad de Madrid supiera estos datos. En ella informa al empresario de la conversación con Talamino y le reconoció que le “sonó a advertencia”. Acaba asegurando a su amigo que el guardia civil no le mencionó, pero sí dedujo que la UCO está “en tu puerta haciendo cosas”, mencionando específicamente “seguimientos”.

Granados aseguró que esa conversación se produjo en una llamada que le hizo Marjaliza a él, aunque admitió que era en respuesta a llamadas suyas previas. Es más, dijo más tarde que fue Marjaliza el que se puso posteriormente en contacto con él para contarle que había una investigación abierta en la Audiencia Nacional, lo que sabía gracias a que tenía “muchos contactos” en la Guardia civil.

Los hechos que se enjuician ahora ocurrieron a principios de septiembre de 2014, durante las fiestas de Valdemoro, el pueblo de Granados. A altas horas de la noche y con varias copas encima, Talamino confesó supuestamente a Granados que la UCO había colocado una cámara frente al despacho de su socio, el empresario Marjaliza.

A la mañana siguiente, Granados se puso en contacto con el guardia civil en excedencia Caro Vinagre, su asesor de confianza y quien le puso en contacto con Talamino. A partir de ahí comenzaron a tirar del hilo de la revelación del agente de la UCO. "Tiene una pinta mala, mala", comentó Granados a Caro Vinagre en una conversación grabada.

Granados alertó entonces a Marjaliza. "Comenzaron a adoptar unas medidas de seguridad adicionales, que obligaron a disminuir su frecuencia de llamadas y el contenido de las mismas", señala el auto del juez Eloy Velasco. El empresario, a quien no se juzga en esta pieza separada, admitió que había "quemado" documentos que le incriminaban. La defensa de Granados ha denunciado que debería ser también juzgado en esta causa.

(SERVIMEDIA)
15 Nov 2017
SGR/caa