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Granados niega el chivatazo pero dijo a Marjaliza que había agentes "en su puerta haciendo cosas"

MADRID
SERVIMEDIA

El ex secretario general del PP madrileño Francisco Granados negó este miércoles haber recibido un chivatazo del guardia civil José Manuel Rodríguez Talamino sobre la investigación de la trama 'Púnica', aunque después habló con su amigo, el empresario David Marjaliza, al que dijo que la charla le sonó a “advertencia” y le advirtió de que los agentes estaban “en su puerta haciendo cosas”.

En el juicio que se está desarrollando en la Audiencia Nacional, el exdirigente popular insistió en que en una conversación mantenida con Talamino durante las fiestas de Valdemoro, éste le dijo únicamente que "había compañeros suyos trabajando en Valdemoro y no sé si también en Pinto por unas oficinas o un centro comercial en una operación o una investigación, pero no me concreta".

Más adelante explicó al tribunal que en un segundo encuentro con Talamino, ocurrido un día más tarde de manera fortuita, le preguntó por el comentario sobre la presencia de miembros de la UCO en Valdemoro y Pinto, a lo que el agente le respondió: "Por quien me ha encargado esto y quien está trabajando en esto, es un tema económico, algo de algún empresario”.

El agente, también procesado en este juicio y para el que la Fiscalía pide tres años de prisión, declaró ayer que en ningún momento hizo ninguna revelación sobre dispositivo policial alguno y que se limitó a comentar la presencia de compañeros de la UCO en Valdemoro, por lo que la referencia al `encargo´ que esta mañana hizo Granados puede poner en entredicho su declaración.

Tras su conversación con Talamino, automáticamente Granados pensó, según declaró, que se trataba de algo “con enjundia”, tras rastrear ese mismo día “en Google y la Wikipedia” lo que es la Unidad Central Operativa (UCO) y comprobar qué tipo de investigaciones desarrolla.

La fiscal ha solicitado la reproducción de una conversación entre Granados y Marjaliza, que se produjo después de que el `número dos´ de la Comunidad de Madrid supiera estos datos. En ella, informa al empresario de la conversación con Talamino y le reconoció que le “sonó a advertencia”. Acaba asegurando a su amigo que el guardia civil no le mencionó, pero sí dedujo que la UCO está “en tu puerta haciendo cosas”, mencionando específicamente “seguimientos”.

Granados aseguró que esa conversación la mantuvo tras una llamada que le hizo Marjaliza a él, aunque admitió que era en respuesta a llamadas suyas previas. Es más, dijo más tarde que fue Marjaliza el que se puso posteriormente en contacto con él para contarle que había una investigación abierta en la Audiencia Nacional, lo que sabía gracias a que tenía “muchos contactos” en la Guardia Civil.

En respuesta a la Fiscalía Anticorrupción, Granados explicó que Talamino le comentó en su encuentro del 6 de septiembre de 2014 que la investigación se trataba de un tema económico "que no tenías más trascendencia". "Jamás me dijo que había una investigación secreta", insistió Granados.

Pese a esas explicaciones, Granados se quedó preocupado por si estas pesquisas de la UCO pudieran estar relacionadas con alguna investigación sobre su patrimonio o el de su socio David Marjaliza, que tenían dinero en Suiza.

Esa inquietud fue lo que le impulsó a ponerse en contacto con su amigo y guardia civil en excedencia José Luis Caro, al que pidió que averiguara algo más de esas pesquisas gracias a su relación amistosa con Talamino. "Se lo pregunto porque es amigo de Talamino, no porque fuera guardia civil; si hubiera sido fontanero o bombero también se lo hubiera preguntado”, aseguró Granados.

Los acusados se enfrentan a una petición por parte de la Fiscalía de tres años de cárcel cada uno, ya que considera que la información que recibió Granados "obstaculizó y entorpeció gravemente el curso de la investigación que llevaba a cabo la Guardia Civil, menoscabando la prestación de ese servicio público y causando un importante daño" al 'caso Púnica'.

(SERVIMEDIA)
15 Nov 2017
SGR/caa