La Dirección General de Sostenibilidad de la Costa y del Mar emitió una resolución el pasado 17 de octubre por la que declaró la emergencia de ese rescate de ejemplares de nacra tras considerar la situación de esa especie de molusco como "catastrófica", al verse afectada por el protozoo ‘Haplosporidio’ en todas sus poblaciones del litoral Mediterráneo, salvo las situadas al norte del delta del Ebro.

Los 215 ejemplares de nacra que va a ser rescatados provendrán de la única población española que hasta la fecha no se ha visto afectada, situada al norte de L´Ametlla del Mar (Tarragona).

Los ejemplares rescatados serán trasladados a las siguientes instalaciones especializadas: 50 ejemplares en el Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera (Ifapa), en Huelva; 50 en el Instituto Español de Oceanografía (IEO), en Murcia; 100 en el Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias (IRTA), en Tarragona; 10 en el Instituto de Investigación en Medio Ambiente y Ciencia Marina (Imedmar), en Calpe, y 5 en el Oceanogràfic, de Valencia.

Con el rescate y el mantenimiento de ejemplares sanos, Medio Ambiente trata no sólo de evitar su infección, sino mantener una especie con una función ecológica básica para la preservación de la biodiversidad, disponer de un reservorio genético de la especie y poder llevar a cabo estudios y desarrollar un futuro programa de cría en cautividad.

La nacra es el molusco endémico del Mediterráneo de mayor tamaño y puede alcanzar una longitud máxima de la concha de 120 centímetros. Vive hasta unos 50 años, habita principalmente en las praderas de ‘Posidonia oceanica’ y puede encontrarse hasta 60 metros de profundidad. Por su tamaño se considera una especie estructurante, ya que proporciona nuevos hábitats y genera un aumento de la biodiversidad y riqueza específica en los ecosistemas en los que está presente.

La nacra ha sufrido un episodio de mortalidad masiva en Almería, Murcia, Torrevieja, Ibiza y Formentera, el cual se ha ido extendiendo por el Mediterráneo español y afecta actualmente a las poblaciones de las costas de Andalucía, Murcia, Comunidad Valenciana y Baleares. Únicamente algunas de las nacras situadas al norte del delta del Ebro siguen sanas a día de hoy.