Según informó la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), los resultados muestran la fortaleza de los negocios, su capacidad de adaptación a escenarios de precios bajos y el éxito de los planes aplicados para incrementar su eficiencia.

El beneficio neto ajustado se situó en 1.702 millones de euros, un 39% superior a los 1.224 millones del mismo periodo del año 2016.

Asimismo, el resultado bruto de explotación (Ebitda) registró un incremento del 32%, hasta alcanzar los 4.715 millones de euros.

El resultado neto ajustado del área de Upstream alcanzó los 487 millones de euros, lo que supone un aumento de 452 millones de euros respecto a los 35 millones que se obtuvieron en los nueve primeros meses de 2016.

Por su parte, el negocio de Downstream incrementó su resultado neto ajustado un 7,7%, hasta los 1.431 millones de euros, frente a los 1.329 millones registrados entre enero y septiembre de 2016.

La compañía explica que las mejoras en Upstream se produjeron por las mejoras en eficiencia, el reinicio de la actividad en Libia y el aumento de los precios internacionales de referencia.

La producción media del periodo alcanzó los 687.700 barriles equivalentes de petróleo diarios (bepd), por encima del objetivo de 680.000 bepd establecido por la compañía para este año. Repsol aumentó su producción en Brasil, Trinidad y Tobago y Reino Unido, además de en Libia.

En el área de Downstream, la petrolera destaca el mejor desempeño de las áreas de Refino, Trading y Gas & Power y Marketing, así como la fortaleza del negocio químico.

Este resultado del Downstream destaca todavía más si se tiene en cuenta que durante el primer semestre del año la compañía efectuó las principales paradas de mantenimiento previstas para todo el año en sus refinerías.

Durante el período, el área de refino aumentó el volumen destilado y mejoró el índice de margen en España hasta los 6,8 dólares por barril, un 13% superior a los 6 dólares por barril del mismo periodo del ejercicio anterior. En Perú se vio favorecida por la puesta en marcha de la nueva unidad de diésel de bajo azufre de la refinería de La Pampilla.

La compañía continuó reduciendo su deuda financiera neta, un 30% en los últimos 12 meses, hasta situarla en 6.972 millones de euros, frente a los 9.988 millones registrados a 30 de septiembre de 2016.

Por otra parte, al cierre de septiembre Repsol ya había materializado el 80% del objetivo de sinergias y eficiencias establecido para 2017, de 2.100 millones de euros.