Violencia género. La Audiencia de Tarragona incorpora perros para que las víctimas se sientan más seguras antes de declarar

- Se trata de una acción “provisional” exportable a otros juzgados

MADRID
SERVIMEDIA

La Audiencia Provincial de Tarragona ha sumado de manera provisional un nuevo recurso a sus instalaciones, el ‘Perro de Asistencia Judicial’, una figura que tendrá como cometido tranquilizar a las mujeres víctimas de violencia de género antes de declarar ante el juez y enfrentarse a compartir sala con su supuesto agresor.

Se trata de un nuevo servicio de acompañamiento que se ha aplicado de forma “pionera” para evaluar su implantación y cuyos primeros resultados indican que la ansiedad y el estrés de estas mujeres disminuyen si cuentan con terapia con perros previamente al momento de su declaración.

La iniciativa, que parte de una colaboración entre el Departament de Justícia de la Generalitat de Catalunya y la Fundación Affinity, ha permitido que las víctimas interactúen con un golden retriever llamado Bob durante unos 30 minutos en la sala de espera, acompañados por el psicólogo de la Oficina de Atención a la Víctima del Delito.

El can ha sido “especialmente adiestrado” para la terapia, que refuerza la seguridad de la mujer y la tranquiliza, según los promotores. Además, supone “una experiencia innovadora y de aprendizaje informal en la atención de las víctimas de delitos”, en palabras de la directora general de Ejecución Penal a la Comunidad y Justicia Juvenil del Departament de Justícia, Pilar Heras.

El objetivo de la prueba piloto ha sido comprobar si la presencia del animal ayuda a reducir la ansiedad y el estrés antes de entrar en la sala de juicios donde, probablemente, se encontrará con su presunto agresor. Los primeros resultados han demostrado que los niveles de ansiedad “son más bajos en las mujeres que han tenido la compañía del perro”.

Con esta medida, que podría ser exportable a otros juzgados, también se pretende “normalizar la presencia de los animales de compañía en espacios públicos y en especial en aquellos lugares y situaciones en que los perros de terapia pueden ayudar a las personas”, concluyó Isabel Buil, directora de la Fundación Affinity.

El perro con el que se ha iniciado este programa también tiene su historia particular, ya que fue recogido por una protectora y presentaba síntomas de maltrato grave, tenía perdigones en la cabeza y mostraba fobia y rechazo por las figuras masculinas. Ahora está entrenado para trabajar con colectivos vulnerables y víctimas de violencia de género.

(SERVIMEDIA)
23 Oct 2017
GIC/gja