Christian Felber: “Los bancos deberían ser pequeños para fallar en cualquier momento”

MÉRIDA (BADAJOZ)
SERVIMEDIA

El economista Christian Felber, impulsor de la Economía del Bien Común, apuesta por bancos pequeños para que puedan “fallar en cualquier momento” sin necesidad de ser “rescatados”, un modelo que se enmarca en su doctrina económica, que ha expuesto en el I Congreso Iberoamericano de Trabajo Social celebrado en Mérida con más de 1.300 profesionales.

Este profesor austríaco ofrece una alternativa ética al capitalismo que se enmarca, a su vez, en el liberalismo. “Muchos estudiantes de economía piensan que el objetivo es hacer crecer el dinero, pero el objetivo es la buena vida, satisfacer necesidades”, explicó Felber en una entrevista con Servimedia.

Sus propuestas, a las que ya se han adherido numerosas empresas y administraciones locales como los ayuntamientos de Valencia y Sevilla, son fáciles de comulgar. Algunas son la jornada laboral de 20 horas semanales o que el nivel de éxito de una compañía no lo marquen sus resultados económicos, sino su responsabilidad social en un Balance del Bien Común.

Este balance estaría construido a base de una serie de indicadores como la sosteniblidad de la producción, las condiciones laborales de los empleados, la transparencia o las aportaciones de la empresa sobre la comunidad en la que se encuentra, todo ello unido a un sistema lo más horizontal posible.

También requiere a las empresas una menor extensión de renta y una limitación de salario tanto por debajo como por arriba, de maneras que se reduzca la brecha salarial entre los empleados. Como si de un tablero de juego se tratase, este balance suma o resta puntos en función de las prácticas de cada empresa.

Por ejemplo, si una compañía reduce las horas extras de sus trabajadores, renuncia a los contratos “todo-incluido”, minimiza el horario de trabajo regular y contribuye a la reducción del desempleo, la empresa ganaría 50 puntos, que serían compensados por la administración pública.

Por el contrario, si una sociedad remunera de manera desigual a hombres y mujeres o se dedica a la producción de “productos sin dignidad humana” como armas, electricidad atómica u organismos genéticamente modificados la empresa perdería hasta 200 puntos y, por ende, sería penalizada.

Y es que, según Felber, “si el dinero se convierte en el fin, no es economía, es otra cosa”. De esta manera, este economista, que presume de contar con el apoyo de miles de empresas repartidas por el mundo, aboga por un sistema más autárquico y que reniegue progresivamente de las grandes estructuras.

(SERVIMEDIA)
21 Oct 2017
GIC/pai