Lo presentó el delegado de Salud, Seguridad y Emergencias, Javier Barbero, quien destacó su “especial satisfacción” por un plan que, dijo, se lleva trabajando un año y medio con partidos, expertos, asociaciones y usuarios, y que comprende una perspectiva de género y señala a las comunidades como parte de la solución de los problemas que les afectan. Las entidades sociales recibirán subvenciones por su participación.

Barbero anunció que los hasta ahora Centros de Atención a la Drogodependencia pasarán a llamarse Centros de Atención a las Adicciones, porque lo importante está en las personas y sus conductas de adicción, que a veces no requieren de una sustancia concreta. También explicó que el Foro Técnico de las Adicciones ha monitorizado el plan, con la participación de la Comunidad de Madrid y técnicos de distintas áreas.

La subdirectora general de Adicciones y directora del Instituto de Adicciones, Beatriz Mejías, detalló que el plan tendrá dos líneas, la preventiva y la de atención, destinada especialmente a adolescentes y jóvenes. Como muestra de que no es necesario una sustancia adictiva para crear una adicción, precisó que uno de los puntos a abordar será el uso problemático de las nuevas tecnologías. Se reforzarán también el asesoramiento a las familias y la actuación en la calle, por ejemplo durante los botellones.

Mejías explicó que el Instituto de Adicciones ha atendido a más de 700 menores de 24 años, consumidores sobre todo de alcohol, tabaco y cannabis, seguidos a larga distancia de la cocaína; y a entre 8.000 y 8.500 adultos al año, con entre 35 y 45 años de media y el alcohol como droga principal (36%), que ha sustituido a la heroína. Además, se dispensa metadona a unos 2.000 drogodependientes, que consumen sobre todo cocaína, seguida de cannabis. Fuentes municipales añadieron que el Servicio de Orientación Laboral atendió a 849 personas, de las cuales un 39% encontró empleo.