Los tíos de la niña fallecida en Valladolid se personarán como acusación y solicitarán la custodia de otra sobrina

VALLADOLID
SERVIMEDIA

Los tíos de la niña de cuatro años fallecida a primeros del mes de agosto en Valladolid, presuntamente por un caso de malos tratos por el que están en prisión preventiva su madre y la pareja de esta, se personarán como acusación en el proceso judicial para aclarar el suceso, al tiempo que solicitarán a los Servicios Sociales de la Junta de Castilla y León la custodia de la otra sobrina, de 12 años cuya tutela tiene el Ejecutivo autonómico desde el pasado 2 de agosto, cuando falleció la pequeña.

Así lo señalaron Rosana y Pedro, hermanos de la madre y tíos de niña fallecida, en una rueda de prensa que ofrecieron en Valladolid para explicar la situación vivida. Allí denunciaron continuas llamadas a la Policía Local, Nacional y los Servicios Sociales para denunciar la situación de la pequeña, sin que se les diera solución a un caso que acabó con la muerte de la niña pocos días después.

Los familiares informaron de que han solicitado la custodia de la otra menor, que permanece bajo la tutela de la Junta, e hicieron un llamamiento para que se agilice el procedimiento para que esté con su familia lo antes posible” y aseguraron que están realizando las gestiones oportunas para personarse como acusación en el procedimiento abierto sobre las agresiones y el asesinato de su sobrina.

Según el relato de Rosana, la tía de la niña, el proceso se inició el 11 de julio cuando la madre llevó a la niña al Hospital Campo Grande con unos moratones que, según ella, se podría haber hecho jugando con su hermana mayor o por parte del padre que, “como se había ido a vivir fuera” ya no había riesgo de que se repitieran. Aún así, el pediatra dio parte a la Policía Nacional, lo que provocó que la madre tuviera que ir a declarar a comisaría.

Unos días después, el 14 de julio, los tíos conocen a la nueva pareja de su hermana con la que la niña evita el acercamiento. En ese momento, continuó visiblemente emocionada, el tío se percata de que la niña tiene un dedo hinchado y la lleva al centro de salud de Íscar, desde donde la trasladan al Clínico de Valladolid donde comunican la denuncia abierta pero desde donde se les dice que “es otra cuestión que no afecta al problema por el que van a urgencias”.

El 21 de julio el tío lleva a las niñas al cine y nota “apagada, triste y retraída” a Sara y siete días después va a verla a casa de su hermana porque no le han cogido el teléfono. A eso de las 15.30 horas llama al portal y llega su hermana y sube con ella a casa. “Cuando entra en casa ve al novio semidesnudo aplicándole hielo a Sara que tiene un ojo morada e hinchado”. Al preguntarle dice que se ha dado un golpe.

Es en ese momento cuando intenta llevar a la niña al Hospital a lo que se niega su hermana porque “ya tiene una denuncia por maltrato y le van a quitar la custodia”. La discusión provocó que echara de casa a su hermano. Esa tarde, desde el portal, llaman a Servicios Sociales, que no contestan, a la Policía Nacional y Local que “se pasan la pelota diciendo que no es responsabilidad suya” y que “no pueden hacer nada” si la madre no toma la decisión.

De esta forma, según denunciaron, desde las 15 y hasta las 19 horas llaman a los Servicios Sociales pero nadie responde, también lo hacen al 091 y al 092 donde cuentan el seguimiento de la niña por malos tratos. Registro de llamadas que, advirtieron, conservan en sus teléfonos móviles.

Después de estos acontecimiento el 2 de agosto la niña ingresa en el Hospital con muerte cerebral, algo de lo que no se enteran sus tíos hasta las 19 horas, después de que Servicios Sociales, con quienes tenían una cita a las 14 horas, la anulara a las 11 sin explicar las razones. “Se enteran el día 3 de que su sobrina había fallecido y el responsable de los hechos es Roberto Hernández Hernaiz”, remarcaron.

Tras este relato de los hechos, los familiares denunciaron que “es evidente que ha habido diferentes fallos en todo el proceso, pero queremos centrarnos en uno que fue definitivo y que, de no haber ocurrido, muy probablemente hoy Sara estaría viva: nos referimos a la total falta de atención a las llamadas que Rosana y Pedro hicieron a la Policía Nacional, Municipal y Servicios Sociales durante la tarde del viernes 28 de julio”.

Por ello, aseveraron es “absolutamente imprescindible” que se investigue con todas las consecuencias lo ocurrido esa tarde y las razones del porqué no se dio solución a las llamadas de socorro.

(SERVIMEDIA)
26 Ago 2017
PAI