Durante el acto, Garcés dio las gracias a los gitanos “por ser un pueblo libre, sin ataduras; un pueblo que se ama a sí mismo pero que ama a los demás pueblos; un pueblo que es trashumante pero que también se anuda a cada sociedad; un pueblo que es marca España y que está formado por 850.000 personas".

Como en años anteriores, en la conmemoración del Samudaripen se ha querido honrar y recordar a las 500.000 víctimas gitanas asesinadas en Europa durante el Holocausto nazi, así como a las que murieron en 1749 durante el reinado de Fernando VI.

Durante su intervención, Mario Garcés advirtió de que “no debemos bajar los brazos, porque el totalitarismo está en cada esquina y todas las administraciones debemos estar en alerta, porque cualquier opción de dar puerta abierta a comportamientos totalitarios es abrir la puerta al peor escarnio que ha vivido la humanidad”.

Además de recordar a todas estas víctimas, con este memorial se quiere profundizar en el reconocimiento y conocimiento de la memoria histórica del pueblo gitano para fomentar la convivencia desde el respeto a la diversidad.

A este respecto, el presidente de la Asociación para la Memoria del Genocidio Gitano, Miguel Palacios Carbonell, pidió “impulsar la instauración de un acto institucional anual, siguiendo las recomendaciones del Parlamento Europeo, el 2 de agosto, una fecha que nos recuerda el asesinato de miles de gitanos en el campo de concentración de Auschwitz en 1944”.

“Además, la historia gitana es la historia de España, por lo que también pedimos que se introduzca en los libros de texto de los colegios para que los alumnos conozcan esta realidad”, concluyó.

Al término del acto, representantes institucionales y de las organizaciones gitanas homenajearon a las víctimas del genocidio gitano con una ofrenda floral tras la interpretación del himno gitano.