Así lo declaró hoy a Servimedia la presidenta de la Federación Española de Sociedades de Sexología, Miren Larrazábal, con motivo del Día Internacional de Lucha contra la Homofobia y la Transfobia.

Según Larrazábal, “una mujer lesbiana puede ser tan anorgásmica como una heterosexual", y "la disfunción eréctil entre los homosexuales se sitúa en la media del resto de la población masculina”, agregó.

"El problema por el que la gran mayoría de ellos acuden a nuestras consultas deriva de la gran presión social a la que se ven sometidos”, prosiguió Larrazábal, para quien "una cosa es la actitud intelectual, política o socialmente correcta, y otra la vivencia cotidiana”.

En su opinión, España tiene una legislación muy avanzada en este sentido, pero la censura social es muy elevada y provoca grandes trastornos psicológicos entre el colectivo a causa del estrés.

Con todo, si se les permitiera vivir su sexualidad de forma normalizada tendrían los mismos problemas que el resto de la población”, sentenció la experta.

LOS TRANSEXUALES NO ESTÁN LOCOS

Larrazábal, que acaba de convertirse en la primera española miembro de la Federación Europea de Sexología (EFS), felicitó también al Gobierno español por su anuncio de que solicitará la retirada de la transexualidad del listado de enfermedades mentales de la Organización Mundial de la salud (OMS).

Sin embargo, calificó de “contradictorio” el hecho de que la ley de Rectificación del registro de Género exija un diagnóstico de disforia por parte de un médico o un psicólogo clínico.

“Desde luego la ley es un avance, porque antes no se permitía el cambio de identidad”, admitió, pero la exigencia de diagnóstico clínico supone “una patologización de la transexualidad”, apuntó Larrazábal.

“Si se pretende normalizar la transexualidad y eliminar el estigma este no es el camino”, prosiguió, y pidió su eliminación como requisito legal.

Por último, Larrazábal recordó que solo hace 20 años de la descatalogación de la homosexualidad como trastorno mental por parte de la OMS y subrayó que "ni la homosexualidad ni la transexualidad son un problema, pero la homofobia y la transfobia sí son una enfermedad".