Cambiar ovejas por vacas podría acabar con los ataques de osos
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Tener vacas o yeguas en lugar de ovejas puede ser una manera de prevenir los daños que los osos causan al ganado en España, según afirma Migel Mari Elosegi, autor del libro "El oso pardo en los Pirineos".
El libro, editado por Lynx con la colaboración del Fondo para la Protección de los Animales Salvajes (Fapas) y Obra Social Caixa Catalunya, aborda la situación actual de la especie y analiza su regresión histórica y sus causas.
Según explica este experto, tener vacas o yeguas podría ser una manera de prevenir daños, ya que "los osos las atacan muy raramente".
Sin embargo, reconoce que ser pastor de ovejas en los Pirineos es en ocasiones una tradición familiar arraigada, con lo que "no es muy viable plantear el cambio de ganado, y menos por la reintroducción de algunos osos". Sin embargo, Elosegi lanza su propuesta para "aquellos casos en los que se quieran crear nuevas explotaciones ganaderas".
Otro de los consejos que ofrece el libro es unir pequeñas explotaciones ganaderas, ya que "puede facilitar la prevención de daños" con la adopción de medidas preventivas y la realización de tareas de forma conjunta.
Según este libro, en el mundo sobreviven unos 250.000 osos pardos. Algunas de las zonas en las que habitan son Alaska, que que reúne entre 35.000 y 45.000 ejemplares; Canadá (22.000); el norte de Estados Unidos (1.500) y en todo el territorio que ocupaba la antigua Unión Soviética, donde sobreviven 120.000 ejemplares.
Existen también poblaciones menores en China (6.000), Rumanía (5.000), Turquía (3.000), Japón (2.000), Suecia (900), Finlandia (800), Bulgaria (800), India (500), Pakistán (200), Noruega (200), España (130-150), Grecia (100), Polonia (80), Italia (50) y Francia (20-30).
Para el autor, el principal factor que condiciona la existencia de los osos pardos es la densidad de población humana hasta el punto de que, "por lo que a calidad del hábitat respecta, el oso podría vivir en muchas zonas en las que hoy falta".
Sin embargo, reconoce que, en España, los datos de la Cordillera Cantábrica "confirman que la población de oso pardo se recupera lentamente" gracias a las vedas, a la creación de reservas y a la aplicación de medidas de conservación.
EL OSO Y EL MANZANO
Otros de los datos destacables del libro se refieren a los resultados de estudios recientes que sostienen que el oso pardo de los Pirineos ha jugado un papel importante en la evolución de los manzanos.
Según explica Elosegi, a lo largo de muchos miles de años los osos seleccionaron las manzanas más dulces y de mayor tamaño de los manzanos primitivos, lo que provocó una eficaz dispersión de sus semillas y, con el tiempo, un aumento del tamaño de estos frutos.
(SERVIMEDIA)
16 Mayo 2010
LLM/jal