Fuentes de Famma señalaron a Servimedia que hoy en día existen varios puntos que impiden a las personas con discapacidad disfrutar de la Semana Santa en su plenitud, ya sea por dificultades de acceso a las catedrales, basílicas y monasterios o bien porque las calzadas no permiten la circulación de personas con movilidad reducida.

En concreto, estas mismas fuentes hicieron hincapié en que “el pavimento de la Plaza Mayor está constituido por adoquines y no es accesible”, por lo que las personas en sillas de ruedas o con movilidad reducida “tienen bastante dificultad”.

Este hecho afecta principalmente a poder disfrutar de la ‘Tamborrada’, que finaliza su recorrido en esta emblemática plaza el domingo de Resurreción y por ello Famma recomienda a la población a que se adelante a la plaza de Conde de Miranda, por donde desfilarán también los cientos de tambores.

Asimismo, criticaron que “el Monasterio de las Descalzas Reales tiene muchas dificultades para acceder desde la misma puerta y está bastante mal adaptado”. En este sentido, señalaron que “está dentro de un proyecto de rehabilitación para lograr su accesibilidad”, aunque lamentaron que “no va a llegar antes del 4 de diciembre que se supone que es la fecha límite donde todos los edificios tienen que ser accesibles”.

En cuanto a la Catedral de la Almudena, estas mismas fuentes denunciaron que “en la entrada peatonal desde la calle Bailén hay una rampa que tiene una pendiente muy elevada y además las entradas accesibles no se señalizan adecuadamente”.

Por último, destacaron que en el Paseo del Prado, cerca de la Basílica de Jesús Medinaceli “existen varios vados peatonales que están mal conformados y mal señalizados que son un peligro para los peatones” y manifestaron que problemas de acceso para llegar hasta la misma basílica.