Para Podemos, el militante está contribuyendo a "empoderar la sociedad" para construir "masa crítica", una de las consignas clave de la formación desde la revalidación de las ideas del secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, en Vistalegre 2.

Desde Podemos califican esta nueva figura de "necesaria". Emana de lo aprobado en Vistalegre 2, ya que en el documento organizativo más votado en el cónclave de febrero (el defendido por Pablo Iglesias) se dio luz verde para que este concepto tomara forma. Históricamente en la formación la denominación que recibía un simpatizante de Podemos era simplemente la de inscrito.

Fuentes de Podemos indicaron a Servimedia que ayer por la tarde el Consejo Ciudadano Estatal de Podemos votó y aprobó vía telemática la elaboración del censo de militantes como “primer paso” para poner encima de la mesa la “potencia” que tienen las bases del partido en cada territorio, aunque matizan que ser militante de Podemos no confiere “ningún derecho político adicional” ni establece “clases” en el seno de la formación.

Las mismas fuentes señalan que ser militante implica tener “un mayor nivel de implicación” y que, por ello, han decidido censar este cupo. Los motivos son varios. En primer lugar, “tener un mapa más preciso de los diferentes tipos de participación de la gente en Podemos”.

En segundo lugar, porque serán los militantes quienes podrán componer los órganos de dirección o formar parte de las papeletas electorales. Subrayan que esta figura les permitirá decidir en qué municipios existe la “potencia suficiente” para emprender un trabajo político centrado en un determinado territorio.

En tercer lugar, consideran la existencia del militante como una “necesidad” para distinguir entre diferentes estructuras municipales dependiendo del número de militantes.

EL “RETO” DE LAS PRÓXIMAS ELECCIONES

Explican que esta figura les permitirá también encarar la formación para las elecciones autonómicas y municipales de 2019 para “construir” fuerza a la hora de estructurar las distintas candidaturas.

Según recoge el documento organizativo aprobado en Vistalegre, “cada comunidad autónoma, ciudad autónoma y la circunscripción exterior” dará a conocer un primer censo de militantes antes de que hayan transcurrido cuatro meses desde la celebración del cónclave estatal (cuyos resultados se proclamaron el 12 de febrero).

Asimismo, diferencian según el número de habitantes de cada territorio. En aquellos municipios de 50 habitantes o menos, se creará un espacio municipal que aunará a los círculos ya existentes bajo el nombre ‘Círculo Podemos’, seguido de la denominación del territorio. La Secretaría General de estos territorios tendrá un mandato de 18 meses.

En los municipios de 51 militantes o más, “contarán con una Secretaría General Municipal, un Consejo Ciudadano Municipal de entre 15 y 27 personas y un Consejo de Coordinación Municipal de entre 5 y 9 personas (nunca mayor que un tercio del Consejo Ciudadano Municipal y siempre incluyendo a la Secretaría General), según el número de militantes en el municipio”.