Así lo expuso su comparecencia en el Congreso ante la Comisión para la Auditoría de la Calidad Democrática, la Lucha contra la corrupción y las Reformas Institucionales y Legales, donde defendió que el último lustro ha sido “el más fértil de la democracia en cuanto a la puesta en marcha de medidas de prevención, control y sanción de actuaciones irregulares”.

Navarro especificó que en los últimos cinco años el 90% de la financiación del PP ha sido de origen público y el 10% privado. Aseguró que de ese 10% de aportación privada, las donaciones apenas representan entre el 1% y el 2% del total de ingresos de la formación.

A su juicio, “hay demasiada proporción de financiación pública y muy poca de privada”, porque “a eso hemos ido tendiendo”. En este sentido, puso el foco en los donantes: “Quizás tenemos que echar un poco marcha atrás en lo que estamos haciendo de donaciones privadas, que no sean públicas porque a lo mejor a los donantes no les gusta”.

DONACIONES “ANECDÓTICAS”

Pidió “no confundir” a la opinión pública en cuanto a las aportaciones privadas a partidos políticos, puesto que en España las aportaciones privadas y las donaciones a partidos políticos “son absolutamente anecdóticas” en este momento. De las microdonaciones dijo que se trata de un sistema “muy difícil de controlar”.

En cuanto a la parte pública de los ingresos, Navarro señaló que sólo la mitad de los ingresos públicos proceden de las subvenciones que establece el Ministerio del Interior en forma de subvenciones directas a los partidos políticos y que en los últimos años se han recortado en casi un 40% por parte del Ejecutivo. El resto, que compone casi la otra mitad de los ingresos públicos y algo más del 40% de los ingresos totales del PP, proviene de aportaciones de grupos institucionales.

Sobre este punto, explicó que cada comunidad o ayuntamiento establece sus propias normas en cuanto a las aportaciones que se realizan a los partidos con representación institucional y reclamó “una norma clara y homogeneizada de cómo deben hacerse estas aportaciones”. Reconoció que unas comunidades “pagan muchísimo y otras poquísimo”, por lo que consideró que “eso sí debería intentar regularse”.

Además, valoró de forma “correcta” que las fundaciones no tengan los límites de los partidos políticos, al tener “objetivos distintos”. Dijo que la fundación vinculada al PP, Humanismo y Democracia, actúa “como si fuera una ONG” y no se dedica al pensamiento político. En cualquier caso, recordó que las fundaciones dan explicaciones ante el Tribunal de Cuentas, que es quien las fiscaliza “y ese es el control que deben tener”.

NIVEL DE DEUDA “BAJA”

Sacó pecho del nivel de deuda del PP. “Es tan baja que solo con el activo corriente, que es lo que voy a cobrar a corto plazo y lo que tengo en los bancos, podemos pagar todas las deudas que tenemos”, señaló, para a renglón seguido afirmar que el nivel de endeudamiento del PP con los bancos se lo pueden quitar “de un día para otro”.

Por último, reclamó no “caer en la tentación de actuar siempre reduciendo y limitando las posibilidades económicas de los partidos”, ya que “vivimos en una democracia de partidos y no podemos poner en riesgo su funcionamiento ordinario”. “Necesitamos unos partidos políticos sólidos y fiables”, arguyó.

Ignacio Prendes, de Ciudadanos, replicó a la tesorera general del partido de Mariano Rajoy que la reformas “han llegado muy, muy tarde” y valoró que las fundaciones han sido un “agujero” dentro del sistema de financiación.

Juan Carlos Yllanes, de Podemos, compartió este diagnóstico y lamentó que “quien paga manda y hasta ahora han mandado los bancos”, algo que tildó de “preocupante”. También se interesó por las donaciones del PP, ya que “también se pueden hacer con un sobre en una mesa de una cafetería”.

En su turno, el socialista Artemi Rallo le agradeció su comparecencia “voluntaria” en esta comisión y se congratuló por que tenga que ir de manera “obligatoria” a la comisión que se creará para estudiar en exclusividad la presunta financiación ilegal del PP. “Han demostrado ser un partido de récord, el de tener a todos los tesoreros del PP imputados a lo largo de cuatro décadas”, criticó.