Diseñan un nuevo calzado para los niños que empiezan a caminar

MADRID/VALENCIA
SERVIMEDIA

La Generalitat Valenciana ha respaldado el asesoramiento en el desarrollo de un novedoso calzado infantil para los niños que empiezan a caminar. El estudio, realizado por el Instituto de Biomecánica de Valencia (IBV) con la financiación del Impiva y Fondos Feder, pone de relieve la importancia de este tipo de calzado en el desarrollo locomotriz de los niños e indica cómo dotarlo de las características biomecánicas, ergonómicas y fisiológicas adecuadas a las necesidades de salud y confort de los más pequeños.

En la actualidad no existe un calzado que reúna los criterios de diseño adecuados a las necesidades de los niños en estas etapas de desarrollo ya que, por lo general, están basados en reproducciones a escala del calzado de adultos, según informa la Generalitat.

Los criterios obtenidos del estudio elaborado por el IBV han sido aplicados por la empresa valenciana Garvalín en el desarrollo de un nuevo calzado infantil (Biogateo) capaz de satisfacer las necesidades ergonómicas y biomecánicas de los niños en esta primera etapa de vida.

El zapato incluye una suela con ranuras estratégicas de diferente grosor para una mejor flexibilidad y que se prolonga hasta la misma puntera, haciéndolo especialmente indicado para esta etapa de gateo cuando los dedos del niño ejercen toda la presión sobre el suelo con el dorso del pie.

Con este tipo de calzado se protege al niño frente a la agresividad de ambientes externos, ayuda a su desarrollo físico y motor, y proporciona, al mismo tiempo, confort térmico (relacionado con el sudor, el frío o el calor) y mecánico (sin que provoque presiones ni rozaduras en el pie).

La importancia de las distintas propiedades funcionales que debe reunir el calzado infantil depende de las necesidades de los niños en cada etapa de desarrollo de la marcha.

En la etapa de gateo o de ponerse de pie sin caminar agarrado a algún elemento estático (por ejemplo, un mueble), el calzado debe proporcionar al niño protección contra el frío, la humedad o posibles lesiones.

El pie es una extremidad muy sensible y requiere de un calzado flexible que le permita movilidad en todas direcciones. Además, la adherencia en la puntera del calzado es muy importante pues facilita la propulsión durante el gateo.

Durante el proceso de adquisición de la marcha el niño pasa de mantenerse erguido a caminar de manera independiente. En este caso el aspecto más importante del calzado es la estabilidad y la eficiencia en la propulsión del paso.

La distribución de presiones y la amortiguación de impactos aumentan su relevancia al iniciarse el patrón de marcha erguida. La adherencia con el suelo, tanto en la puntera como en la suela también es destacable al permitir mejorar la propulsión de la marcha erguida y satisfacer las necesidades de propulsión durante los pocos episodios de gateo que todavía pueden darse durante esta fase.

Finalmente, el peso también es relevante porque si es excesivo puede lastrar el pie dificultando el paso y reduciendo la estabilidad.

Durante la etapa de aumento de actividad, el niño desarrolla su patrón de marcha erguida hasta alcanzar un patrón de marcha adulto. En esta fase todas las propiedades funcionales son relevantes ya que el niño despliega un gran elenco de actividades que exigen diferentes prestaciones al producto.

(SERVIMEDIA)
08 Mayo 2010
LMB