Barbero subrayó que el Ayuntamiento cumple los autos judiciales, y respondió así al hecho de que el autobús haya sido inmovilizado. Destacó que desde el comienzo existió una "duda absolutamente legítima" sobre la posible vulneración de los derechos de los niños y con repercusiones además referentes a la identidad sexual y el derecho a poder manifestarla.

Se mostró "contento" por la inmovilización de ese autobús pero también por la "importante reacción social", que deja "muy clara la tolerancia cero" ante todo lo que tiene que ver con vulneración de los derechos humanos y de la dignidad de las personas.

Aseguró que desde el equipo de gobierno del Ayuntamiento "siempre vamos a trabajar en esta línea" y todo indicio de vulneración de derechos se pone en manos de la Fiscalía, sobre todo cuando se trata de proteger a los más débiles, entre los cuales están los niños.