Así se expresó Montero en su intervención en la Comisión de Justicia de la Cámara Baja, donde este miércoles comparece el fiscal general del Estado a petición del PSOE y de Ciudadanos.

Tras mostrar su “profundo respeto” por la institución a la que representa Maza, le lanzó una serie de preguntas “directas” después de una primera intervención del fiscal que consideró “opaca”.

Explicó el caso de Victoria Rosell, jueza y exdiputada de Podemos que renunció a concurrir en las elecciones generales del 26 de junio en las listas de la formación morada al Congreso por Las Palmas.

Esta decisión fue “fruto de la cacería política” que, según denunció Podemos, padeció por la denuncia del exministro de Industria José Manuel Soria por presunto cohecho, retraso malicioso y prevaricación en la instrucción de la causa contra el empresario Miguel Ángel Ramírez. Esta denuncia fue archivada por el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) el pasado mes de diciembre.

Según Montero, en este caso “se vulneraron los derechos fundamentales” de Rosell, caso que aprovechó para denunciar el “tejido de redes” del Gobierno y de la cúpula judicial que actúan en beneficio de los “poderosos”.

"MANTO DE IMPUNIDAD"

La parlamentaria de Unidos Podemos criticó además “el manto de impunidad” que se extiende “sobre las causas que están vivas”, y le preguntó directamente a Maza sobre si asume algún tipo de responsabilidad en el caso del presidente de Murcia, el popular Pedro Antonio Sánchez.

Asimismo, planteó una serie de propuestas, como “reforzar una Fiscalía independiente y autónoma” o “no cambiar a los fiscales” que se encuentren en procesos en curso, iniciativas que Unidos Podemos ya planteó este martes cuando presentó en el Congreso una proposición no de ley que persigue garantizar la independencia del Poder Judicial.

Según Montero, la corrupción ha de ser perseguida con “contundencia”, frente a las “injerencias y a las amenazas” que puedan producirse, y abogó por perseguir a “la trama”, término con el que Unidos Podemos se refiere a las élites políticas y económicas. En concreto, Montero se refirió en su intervención a "la trama del canapé".