El objetivo principal de este convenio pasa por actualizar las relaciones en el campo cultural entre ambos países, que hasta el momento se rigen por el suscrito el 23 de marzo de 1971.

El Ejecutivo sostiene que “el tiempo transcurrido, las transformaciones experimentadas por ambas sociedades y la importancia que éstas otorgan a la cooperación cultural justifican la necesidad de actualizar el marco jurídico de la relación bilateral en este ámbito”.

El convenio servirá de marco para el desarrollo de acciones de cooperación de interés mutuo y se podrán concretar acuerdos e instrumentos específicos entre organismos de las partes firmantes. También se prevé la constitución de una comisión mixta para su aplicación y desarrollo.

El convenio regula la cooperación bilateral en múltiples sectores, como exposiciones, centros culturales, patrimonio cultural, museos, archivos y bibliotecas, control del tráfico ilícito, cooperación cinematográfica, derechos de propiedad intelectual, industrias culturales y promoción del español.