La Fundación Reale informó en un comunicado que el concurso participaron más de 2.000 alumnos de casi 100 centros escolares de diversas localidades madrileñas. Esta quince edición, dedicó el concurso a las personas que han tenido que abandonar sus hogares y países como consecuencia de la guerra, el hambre, las persecuciones étnicas o religiosas.

Esta iniciativa, que este año cuenta con la colaboración de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), pretende acercar a los niños la situación de los refugiados y les invita a mostrar su punto de vista sobre ella, fomentando valores como la solidaridad o la convivencia pacífica.

Los alumnos han utilizado materiales como corcho, lana, pasta, telas o botellas de plástico, entre otros, para elaborar sus obras. Con ellos han creado composiciones que muestran belenes situados entre alambradas, en medio de ciudades arrasadas por la guerra o campos de refugiados.

La muestra, que podrá verse hasta el 5 de enero en la sede de la Fundación Reale, presenta los 10 belenes finalistas, seleccionados por un jurado compuesto por representantes de la Asociación de Belenistas de Madrid, de la CEAR y profesionales del mundo de la educación y la cultura.

La fundación lleva realizando este certamen desde 2002 con el objetivo de mantener la tradición italiana de los belenes y fomentar el trabajo en equipo, el compañerismo y la creatividad.