“Le van a amargar la Navidad a los madrileños por conseguir una foto de la Gran Vía sin coches”, denunció el portavoz ajunto de PP en el Consistorio, Íñigo Henríquez de Luna, en declaraciones a la prensa. Por su parte, el concejal de Ciudadanos Sergio Brabezo afirmó que “el caos está servido en la ciudad” porque, a su juicio, no se ha informado bien de las restricciones.

“Se tiene que decir con muchísima antelación” y desde Ciudadanos “no tuvimos información ni de cuál iba a ser el refuerzo” en el transporte público para hacer frente a los cortes. “Se tiene que comunicar a los madrileños vía carta o vía email”, señaló el edil.

Henríquez de Luna tildó la medida de “improvisada” y “dogmática” porque considera que “necesitan cortar el tráfico por sus postulados” políticos. Asimismo, alertó de las dudas que aún existen sobre cómo se va a organizar el acceso de los autobuses a las calles cortadas o cómo van a arrimarse a las marquesinas si los carriles exteriores están copados por viandantes.

No obstante, el Ayuntamiento de Madrid confía en la conciencia y responsabilidad de los madrileños para evitar el efecto tapón en los controles que se implantarán en los accesos a las calles Gran Vía, Mayor y Atocha, que estarán cerradas al tráfico privado a partir de las 17.00 horas de hoy.