La entidad franquista la acusa de prevaricación administrativa por la retirada de este monolito, que llevaba junto al Casón del Buen Retiro desde 1960 y que ya vivió una polémica a comienzos de año cuando Cultura decidió retirarlo de una zona declarada Bien de Interés Cultural.

Mayer, de baja por maternidad, acudirá a los juzgados acompañada por los abogados del Ayuntamiento que ejercen su defensa, según informaron fuentes municipales a Servimedia. En el Consistorio son “optimistas” y consideran que no se procesará a su concejala.

En 2013 ya fue identificado este monolito como un vestigio franquista, según fuentes del Consistorio, y el Pleno de diciembre de 2015 aprobó su retirada, aunque fue repuesto tras la polémica que suscitó.