El estudio, titulado ‘Índice de comportamiento ante el cambio climático’ y dado a conocer coincidiendo con la Cumbre del Clima de Marrakech (conocida como COP22), analiza la acción climática de los 58 países más contaminantes por su nivel de emisiones (valorado con un 30% del total), la evolución de las emisiones (30%), la política climática (20%), las energías renovables (10%) y la eficiencia (10%).

La entrada en vigor del Acuerdo de París ha confirmado el despegue global de las energías renovables y avances positivos en materia de eficiencia energética, pero el informe constata que los países europeos han bajado el ritmo.

De hecho, España baja este año una posición y se sitúa en el 33º lugar del índice, con una puntuación de 56,14 y una nota de ‘moderado’ en su actuación climática. Además, ocupa el 23º puesto de los 28 Estados miembro de la UE.

Los tres primeros puestos del índice de este año permanecen vacantes porque ningún país analizado ha activado políticas para mantenerse en el límite de un calentamiento global de entre 1,5 y 2ºC respecto a los niveles de la era preindustrial, un objetivo que aparece recogido en el Acuerdo de París.

Francia, con 66,17 puntos, es cuarta y encabeza el ranking por primera vez, beneficiándose así de los esfuerzos realizados por la Cumbre del Clima celebrada en diciembre de 2015 que concluyó con la adopción del Acuerdo de París. Le siguen Suecia (66,15) y Reino Unido (66,10), al amparo de las promesas de acción climática presentadas por sus antiguos Gobiernos.

ARABIA SAUDÍ CIERRA LA LISTA

España cierra el grupo de países ‘moderados’ en su acción climática, según los criterios establecidos en el índice. En 2014 llegó a ocupar el 23º puesto y desde entonces ha ido perdiendo posiciones.

Los últimos lugares de la tabla, y con una calificación de ‘muy pobre’, son para Kazajistán (36,87), Japón (35,93) y Arabia Saudí (25,45). Los dos países más contaminantes están situados en la franja de naciones con comportamiento climático ‘pobre’: Estados Unidos, en la 43ª plaza (51,04) y China, en la 48ª (47,49).

Algunas economías emergentes han mejorado sus posiciones respecto al índice del año pasado, con India en el 20º puesto (59,08), Argentina en el 36º (53,15) y Brasil en el 40º (52,46).

“El análisis de este año confirma que muchos países de la UE, incluyendo a Reino Unido, Suecia, Dinamarca o Alemania, corren el riesgo de perder su liderazgo en el desarrollo de energías renovables. Varios Estados miembro han reducido sus inversiones en esta materia y en eficiencia energética, cuestionando los objetivos de mitigación acordados o fallando en la implementación de políticas que les permitan conseguir las metas fijadas a corto plazo”, explicó Wendel Trio, director de CAN Europe.

Trio añadió que “Dinamarca, líder del índice durante los últimos cuatro años, está experimentando las consecuencias de su giro en políticas climáticas y ha caído hasta el puesto 13 este año”. “Las economías emergentes se están poniendo al día en sus procesos de transición energética y los países de la UE deben aumentar su ambición si quieren mantener el liderazgo”, apuntó.

Por su parte, el responsable de Políticas Ambientales de SEO/BirdLife, David Howell, indicó que el “desgobierno” del últmo año en España “ha pasado factura en los esfuerzos del país para luchar contra el cambio climático” y que el actual Gobierno “tiene una oportunidad única para pisar el acelerador y escalar puestos en el ranking, algo que debería hacer como país europeo más vulnerable”.

“Sin embargo, la discreta actuación del Ejecutivo en la COP22 no ha mandado esa señal: el presidente no habló finalmente en este crucial encuentro y, en el plenario de la COP, la ministra Isabel García Tejerina, aparte de un nuevo compromiso de financiación para países en desarrollo, se ha limitado a repetir la posición que defendió en París y en campaña electoral. De eso ha pasado un año. El clima no ha estado en funciones: ¿Ha sido un año perdido completamente?”, concluyó.