La alteración de bacterias de la flora intestinal podría aumentar la propensión a engordar

MADRID
SERVIMEDIA

La alteración de bacterias de la flora intestinal podría ser la responsable de que algunas personas generen 150 kilocaloría de más en su dieta diaria, lo que explicaría el motivo por el cual una parte de la población engorda más que otra comiendo lo mismo, según afirmaron este miércoles expertos de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) durante su congreso anual que se celebra en Málaga.

En las últimas décadas se ha producido una pérdida de la biodiversidad del intestino humano, es decir, que la flora intestinal tiene menos bacterias que hace unos años y estas, a su vez, están cambiando. Las últimas investigaciones asocian este proceso con enfermedades como obesidad, diabetes mellitus y otras de tipo inmunológico.

Las bacterias contribuyen a digerir alimentos que serían indigeribles. Según afirmó el doctor Francisco José Tinahones, presidente del comité local del Congreso de la SEEN, “una de las teorías es que estamos ganando bacterias que tienen mucha capacidad de digestión y que son las que hacen que rentabilicemos más los alimentos. Otra hipótesis tiene que ver con el hecho de que las bacterias que estamos perdiendo son aquellas que estimulan al sistema nervioso para que se produzca una pérdida de apetito tras la ingesta de alimentos”.

Según este experto, la alteración de la flora intestinal se podría producir por varias razones, pero “la razón fundamental es el uso abusivo de antibióticos y la asepsia de los niños tras el nacimiento. Las bacterias se van incorporando a nuestro organismo desde que nacemos y, aunque la asepsia que rodea a los niños ha reducido la mortalidad por infecciones intestinales, también ha contribuido a que no se incorporen al organismo determinadas bacterias fundamentales”.

Asimismo, en su opinión, otras causas de esta alteración se relacionan con el incremento de las características de urbanidad, con la reducción de los miembros de las familias (por lo que menos personas entre sí comparten bacterias), o con el aumento de las cesáreas o el descenso de la lactancia que provoca que no se incorporen al niño bacterias beneficiosas de la madre.

(SERVIMEDIA)
19 Oct 2016
ABG/gja