Para que este prototipo, denominado 'Kmina', arranque y pueda fabricar las primeras 400 muletas se necesitan 20.000 euros. Por esto, hace una semana el joven inició una campaña de 'crowdfunding' en la plataforma Kickstarter.

"En sólo cuatro días se ha logrado el 65% de esta cantidad. Además, el prototipo está teniendo una gran aceptación. Asociaciones de personas mayores y de personas con enfermedad neuromuscular se han puesto en contacto con nosotros interesándose por el proyecto", explicaron fuentes de Kmina a Servimedia.

Mañero, el inventor de estas nuevas muletas, se puso a trabajar en el prototipo, tras estar una temporada lesionado y tener que usar estos apoyos. "Coincidió con más personas en su situación y todos tenían el mismo problema, dolor de muñeca y de hombros. Además, se dio cuenta de que las muletas no han evolucionado nada desde que los egipcios las inventaron. Tras hacer varias pruebas en madera y otros materiales, al sexto intento logró el prototipo", explicaron desde Kmina.

La clave de 'Kmina' son la amortiguación y el apoyo inclinado en el antebrazo, que reparte el peso del cuerpo. De esta manera el esfuerzo se reparte de forma uniforme y tanto la muñeca como la mano reducen la carga en un 80%.

En el proyecto también ha participado el doctor Jaime Usabiaga, jefe del Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología del Hospital Universitario Donostia. Tras años recibiendo a pacientes que se quejaban del dolor que les producía el uso de muletas en las manos, decidió apadrinar esta iniciativa emprendedora.

"Me he encontrado casos en los que el uso prolongado de muletas deriva en lesiones en manos y muñecas, que perjudicaba a los pacientes en sus procesos de recuperación", indicó.