"El ser humano se parece más de lo que se diferencia pese a la distancia cultural. Somos un gran espejo pero con rutinas muy diversas que es lo que nos hace diferentes. Pero el hombre se mueve por los mismos principios", reconoce Landa.

La 2 de TVE ha comenzado a emitir los 10 capítulos de esta aventura, coproducida por Doc&Road y La Competencia. La expedicción responde en cierto modo a la inquietud de no haber llegado a las islas del Pacífico en 'Un mundo aparte', otra serie documental en la que Landa trabajó durante dos años en busca de tribus perdidas en Europa, América, África y Asia. Aquella producción se emitió en un centenar de países y fue adquirida por varias televisiones internacionales, entre ellas National Geographic.

'Pacífico' trata de mostrar el lado humano de las personas que se han cruzado en el camino de este viaje por el Extremo Oriente y Oceanía. Durante ese año, ese viaje "visceral" ha recorrido desde las ciudades más modernas de Asia a las selvas más apartadas. El viaje les llevó desde el norte de Japón hasta Nueva Zelanda, recorriendo China, el Sudeste Asiático, Borneo, Filipinas, Papúa, Australia o los mares del sur.

EDAD DE PIEDRA

Entre todas, la experiencia que personalmente más le marcó al director de la producción fue conocer la "espectacular" tribu de los 'Korowai', en Papúa. "Estas gentes tienen casas a 30 metros de altura en las copas de los árboles. El líder que fueron a ver nunca había visto a un hombre blanco. Viven en la edad de piedra, desnudos y para cortar una rama utilizan una piedra", relata.

Pero su hospitalidad y su sentido del hummor hicieron que los integrantes del equipo de 'Pacífico' se reconociesen "con el ser humano". Estas y otras gentes que se encontraron, reconoce Landa, "ha matizado" su definición de "persona". "Me fijo más en las similitudes que en la diferencias, aunque en estos tiempos nos empeñemos en ver la parte diferencial", medita.

CHOQUE CON LA REALIDAD

Y, también, la experiencia de 'Pacífico' ayuda a "encajar" a la vuelta a la rutina y a valorar "un simple pincho de tortilla" en su tierra, Palencia. Pero el descanso dura poco y en seguida vuelven las ganas de "destrozar la rutina" y vivir como "periodista viajero". Landa ya está estudiando una nueva ruta que "apunta hacia el Atlántico".

Atrás quedan los riesgos propios de la "gran aventura" y el "mucho tiempo" y el gran "respeto profesional" que han compartido Landa, Vidal y Martín, un equipo que ha sabido burlar la malaria, el vértigo de los precipicios, los trayectos complicados en coche y los peligros de la selva.