“Estaría bien que fuera más peatonal porque al ir de paseo se paran más, como ha pasado en la calle Fuencarral”, explicó Esther, que regenta una zapatería en el número 11 de Gran Vía. En declaraciones a Servimedia, aseguró que “se llena de coches, sobre todo en fin de semana”, por lo que se declara partidaria de restringir la circulación sábado y domingo.

La zapatería en la que trabajan ha visto ciertos cambios en la popular arteria madrileña, ya que abrió sus puertas cuando aún se llamaba Avenida de José Antonio, hasta que siendo alcalde Tierno Galván, en 1981, pasó a denominarse Gran Vía.

Por el momento, el Ayuntamiento de Madrid ya ha podido comprobar cómo funcionaría la idea con el modelo piloto implantado el pasado domingo, con motivo de la Semana de la Movilidad, ya que se cortaron los carriles interiores y se permitió sólo a autobuses y taxis circular por dos carriles centrales, uno de subida y otro de bajada.

Esta idea es la que, por el momento, más convence al Consistorio. “Evaluaremos y veremos elementos de mejora”, explicó entonces la responsable municipal de Movilidad, Inés Sabanés. Y es que lo que se produce en la Gran Vía de Madrid “son atascos peatonales”, explicó la concejala, por lo que el Ayuntamiento busca “una convivencia interesante primando el transporte público”.

EL KIOSKO, DE ACUERDO

Valentina, por su parte, que da las primeras noticias de la mañana desde su kiosco con vistas a la plaza de Callao, indicó que le parecería “muy bien” que se peatonalizara la mayor parte de la vía pero, como sus compañeros de calle unos números más abajo, sostiene que la medida habría de ceñirse al sábado y domingo.

“La gente que viene en coche se desplaza al trabajo, el que viene de compras suele aparcar lejos de centro y venir en transporte público”, señaló. “Los coches lo que hacen es entorpecer el paso de los peatones”, por lo que con la modificación “habría más gente caminando por aquí” y, por ende, reparando en sus periódicos y revistas.

DUDAS ENTRE LOS LIMPIABOTAS

Pero mientras que la mayor parte de la clientela de estos comercios acude a realizar sus compras andando o en transporte público, la de Walter, limpiabotas, lo hace mayoritariamente en coche. “Mis clientes vienen en vehículo privado, les deja el conductor y se bajan”, se quejó.

Por tanto, explicó que la medida que estudia el Consistorio “es un problema para nosotros”, y es que “el domingo ya estaban así” y declara que ya tuvo algún problema para encontrar clientes. Aunque terminó advirtiendo que, de limitarse sólo a los fines de semana “sí que sería bueno, ahí sí”.